Maquillarte en verano es un arma de doble filo. Te ves divinérrima de la muerte frente al espejo de tu baño, pero sales a la calle y la solana estropea tu obra maestra. Es una realidad, el calor hace sudar y el sudor se carga el maquillaje que da gusto. Aun así a mí me flipa echarme pote; me encanta pasarme mi media horita de rigor frente al espejo haciéndome un ahumado (o en el lenguaje de las influencers, smokey eye); me encanta ponerme bien de highlighter hasta acabar como un árbol de navidad; me encanta definir mis dejas; me encanta que el eye-liner me quede más afilado que un cuchillo jamonero. Vaya, que soy una fan acérrima del arte del maquillaje y no quiero renunciar a él por mucho calor que haga.

Con la práctica me he dado cuenta de que hay algunos “errores” que cometía una y otra vez en verano y que hacían que mi maquillaje pareciese el queso derretido de una pizza. No sólo quedaba como el culo estéticamente hablando, sino que algunos también enguarraban mi piel y favorecían la aparición de puntos negros, granitos y demás mierdas. Como compartir es vivir, os traigo esos crímenes para que podáis salvar una vida, un maquillaje o una piel… Whatever.

  1. Ponerte capas y capas como una cebolla

Nos venimos arriba como la Kardashian y acabamos en la cola del Mercadona con una mezcla de primer, precorrector, base, corrector, contorno y polvos para sellar en la cara. El problema es que si eres propensa a sudar, se puede cuartear poco a poco.

En realidad lo mejorcito sería evitar taponar los poros en verano, ya que favorecemos la aparición de granos, puntos negros y puntos blancos. Si por tu pote matas, elige una base que sea más ligerita. Deja los mazacotes “total cover” para el invierno y recurre a un corrector ligerito en las zonas en las que necesitas cubrir más.

Yo no soy muy partidaria de los precorrectores porque noto que cubro lo mismo con un buen corrector aplicado estratégicamente. He probado de todo para tapar mis ojeras de panda, y al final lo que mejor me ha funcionado es hidratar bien la zona y aplicar una capa finita de productor bien extendido.

Respecto al primer, escoge uno que no tapone los poros y que controle bien el sudor. El otro día vi en el súper uno de Essence para el gimnasio y me quedé con el gusanillo de probarlo en el día a día veraniego.

También te recomiendo cambiar el sellador en polvo por sellador en spray. Es más ligero y aporta menos capas a tu piel.

  1. No usar eye-liner y máscara waterproof

Me he acostumbrado a usar productor waterproof en invierno y en verano porque soy MUY propensa a que me lloren los ojos con el viento, con el sol o si los dejo abiertos mucho rato (soy rarita, lo sé). Si a ti no te pasa, seguro que también te has visto jodidilla cuando esa gota de sudor cae en el rabillo de tu eye-liner destrozándolo completamente.

Otra ventaja de los productos waterproof es que también te puedes bañar con ellos. Yo no lo he probado porque soy de la estapa castellana y aquí playa poca y tiempo para ir a la piscina, menos. Además, prefiero ir con la cara completamente lavada. ¿Conoces alguna máscara o eye-liner waterproof que aguante el agua del mar/piscina?

  1. No ponerte protección solar

Este es el mayor pecado mortal del mundo. Hay que ponerse factor de protección toooodito el año. Me da igual si está nublado, si hace frío o si nieva: póntelo, pónselo.

Los rayos solares no sólo aceleran el envejecimiento cutáneo sino que también son el principal factor de riesgo del cáncer de piel. Protege tu piel con un buen protector solar y protegerás tu salud.

  1. No hidratar

Pensamos que como sudamos y hace calor, no necesitamos un extra de hidratación: ERROR.

La clave es encontrar una hidratante acorde a tu piel y tus necesidades. Si tienes la piel mixta o grasa, hay cremitas perfectas para ti en textura gel que no aportan grasa. La clave para no tirar el dinero es leer reviews a mansalva y bichear las opiniones antes de comprar.

  1. Usar el mismo tono de base y corrector que en invierno

Es una jodienda comprar otra base cuando te queda más de la mitad, sobre todo si estamos hablando de un producto de alta gama, pero es necesario.

Ya sabéis que el cuello no engaña y no hay nada que quede más cutre que tener un tono diferente de moreno en el cuello y en la cara por culpa de la base de maquillaje. El efecto máscara no engaña. Por no hablar de esos correctores que son cinco tonos más claros que el tono de piel y acabas como una panda pero al revés.

Si no quieres gastarte un pastón, hay alternativas low cost maravillosas en cuanto a bases y correctores se refiere.