5 MITOS SOBRE LA CIRCUNCISIÓN Y CÓMO HABLARLO CON NUESTROS ADOLESCENTES 

Seguramente si habéis sido madres de niños, habéis tenido dudas sobre circuncidar o no a vuestro bebé. Al menos, entre muchas familias, se genera la duda ya que existen ideas preconcebidas sobre la circuncisión y, a veces, preferimos hacer caso al conocimiento popular que al conocimiento médico. No digo que tengáis que ignorar la sabiduría popular, pero cuando se trata de salud, es importante también consultar con especialistas. 

La circuncisión es una de las intervenciones quirúrgicas más antiguas de las que se tiene constancia. Aún así, está rodeada de mitos, creencias no basadas en ningún apoyo científico más que en el saber o la cultura popular. 

La mayoría de urólogos y urólogas afirman que únicamente se recomienda realizarla cuando se presentan indicaciones médicas puntuales del o la pediatra, nunca por motivos estéticos ya que puede acabar siendo contraproducente para el pene. 

Algunas familias deciden circuncidar a sus hijos desde bien pequeños por higiene, ya que gracias a ello no se acumula suciedad en la parte del prepucio. Por otro lado, también es cierto que una buena higiene no únicamente depende de si la persona está circuncidada o no, si no de que sea cuidadosa y tenga unos buenos hábitos con su higiene corporal. 

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Eso por eso que, a continuación, os presentamos 4 mitos sobre la circuncisión que deberían conocer tanto las familias como los adolescentes y sus explicaciones para que podáis argumentar cuando ellos tengan dudas y no acudan a Google, ya que posiblemente se pueden llevar un buen susto con las noticias e informaciones fake: 

  1. Estar circuncidado significa que tendrás problemas para orinar 

Es falso, pero a medias. Nos referimos a la necesidad de que la circuncisión la realice una persona profesional, con estudios y con experiencia. Si fuera así, no habría problemas a no ser que pueda darse alguna complicación esporádica como en cualquier operación. 

Esta intervención no afecta al aparato urinario, ya que se realiza en la piel. 

  1. Si estás circuncidado tendrás más dificultad de erección o disfunción eréctil 

De nuevo, no existe una base científica bajo esta creencia. Es más, varios estudios demuestran que no existe correlación bajo esta premisa. Y este mito suele venir condicionado por el siguiente mito.

  1. Si estás circuncidado no tendrás sensibilidad en el pene 

Es cierto que al haber retirado el prepucio, el glande queda expuesto pero esto no significa que vayan a perder sensibilidad. Ni ayuda a mejorar la sensibilidad ni la reduce y, mucho menos, tiene efectos negativos para alcanzar el orgasmo. No afecta ni a la erección, ni al tamaño del pene ni a la sensibilidad. 

  1. Se recomienda circuncidar a los niños nada más nacer 

Cuando los niños nacen todavía su cuerpo está terminando de formarse. Es por ello que no se recomienda realizar la circuncisión a un niño recién nacido. Algunas culturas, ya sea por motivos más sociales o religiosos, la practican al nacer, pero no es recomendable. Otro caso sería que al nacer, no pudiera orinar por estar el prepucio muy cerrado. Aún así, normalmente el prepucio se va abriendo durante el primer año y, en la mayoría de bebés, finalmente se acaba bajando completamente de manera natural o con la ayuda de las familias. 

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Ya en la vida adulta, únicamente encontramos dos opciones por las que a nivel médico se recomienda realizar esta cirugía: cuando el pene presenta fimosis, es decir, que el prepucio no puede bajarse completamente para dejar al descubierto al glande y, en segundo lugar, cuando el prepucio se infecta o se inflama. 

 

Por último, recordaros que, durante la adultez, hay hombres que deciden circuncidar por estética y, como otras opciones, son totalmente válidas. Por esto, es importante conocer dicha información y tomar decisiones de manera consciente. 

Os invitamos a que, si seguís teniendo dudas, las dejéis en comentarios y os responderemos. 

 

GRIS :)