Adele es una de las mejores cantantes del panorama actual. No, no es una opinión, es Un hecho: 15 Grammys, 9 Brit Awards, 1 ÓSCAR…y así, hasta llegar a 156 premios. Esta inglesa nos robó el corazón a todos con sus canciones tristonas pero poderosas, su vozarrón, su estilo clásico y la sencillez y buen rollo que derrochaba en conciertos y entrevistas. Pero, entre todas esas cosas, había una más que parecía, por alguna extraña razón, más importante que el resto: Adele era una mujer gorda.

Y digo era, porque hace unos días, “sorprendió al mundo” con una foto en la que se veía a la cantante muy cambiada (vamos, delgada) después de haber estado una temporada sin subir contenido en redes sociales. Y digo “sorprendió”, así, entre comillas, porque sigo sin entender qué más dará que lo esté.

via: @adele (Instagram)

Los comentarios de la foto eran para verlos: desde “qué bien te ha sentado el divorcio”, hasta “eres la única persona a la que el 2020 le está yendo bien”. Todo el mundo asumió lo feliz que tendría que estar esta mujer por el simple hecho de haber adelgazado, como si su cambio físico fuera más importante que, yo qué sé, ¿SU MÚSICA?

¿Es que nadie se alegra de que Adele esté activa en redes sociales otra vez, y nos vaya a deleitar prontito con nueva música?

Así, una vez más, podemos ver cómo, en esta sociedad, el físico es siempre lo más importante. Los cambios drásticos de las mujeres se vuelven virales en redes con la misma fórmula:

delgada = feliz

gorda = triste

¿Alguien se pregunta cómo hubiesen sido los comentarios si, por algún extraño motivo, hubiese reaparecido más gorda? Yo sí. Todo hubiese sido: “pobrecita, qué dejada está”, “lo ha pasado muy mal con el divorcio”, “madre mía, empezaba a estar buena y ya no”. Y los memes de cuarentena habrían inundado internet con fotos de su antes y después (siempre para mal, claro).

Es triste ver que los años siguen pasando y éste sigue siendo nuestro barómetro de medir. Que se siga haciendo esta estúpida asunción de ideas, creyendo que la felicidad proviene sólo del estado físico, siempre y cuando a ti, persona ajena, te venga bien.

Basta ya de tanta tontería.

Adele fue, ha sido, es y siempre será una reina,

independientemente del peso que tenga