Aprendemos a base de golpes. Es un hecho. La experiencia es el mejor maestro , sobre todo cuando hablamos de las relaciones. Podría aplicarse a cualquier tipo de vínculo entre personas pero, de entre todos, destaco el amoroso.
Cada relación es un mundo. Hay relaciones que destrozan mas que arreglan y otras que, por mucho que acaben físicamente, no llegan a irse nunca emocionalmente. Hay relaciones en las que sólo una de las partes quiere y el otro se deja querer y aquellas en las que los dos se quieren mucho pero se quieren muy mal. No seamos dramáticos, también hay buenos vínculos. Aunque eso lo dejamos para otro post.
En esta ocasión os traigo una historia que no para de repetirse, tanto en el grupo de mis amigas (durante mas años de los que nos gustaría reconocer y todos los que quedan) como en palabras de las chicas del foro. Os hablo del “chica conoce a chico que se define como “inaccesible emocionalmente”. Para escribirlo más claro y en la práctica, los chico/as :
“ Acabo de salir de una relación y no estoy preparado”
“No confío en nadie”
“No busco nada serio”
“Me gustas y quiero pasármelo bien pero así ”
Y, entre todos ellos, y mi favorito: “ no es el momento”. Y quizás, en un 2% de las veces en que alguien te dice esto, sea cierto. Pero en el 98% restante, estas frases o conversaciones implican un solo hecho: no quiere nada serio CONTIGO. Este contigo es fundamental, si te está diciendo eso NO ERES LA EXCEPCIÓN.
Y está bien, no todas las relaciones tienen que ser amorosas. Pueden existir dinámicas muy buenas donde predomina la confianza y la amistad ( o simplemente el sexo, y para qué engañarnos, eso está demasiado bien). El problema existe cuando la otra persona sí se encuentra en su momento, si está preparado (y quiere tener una relación) o está enamorado. Y en un porcentaje similar al último mencionado, cuando estás enamorado tiendes a cegarte. Y aquí entran en juego los amigos.
Amigos cercanos, de toda la vida, recientes o virtuales (como es nuestro caso). Alguien, que, desde fuera y objetivamente, observa que existe un fallo: la otra persona no te quiere como tú la quieres a ella. Y esto solo va a implicar dolor. Dolor y pérdida de tiempo.
Y no hablo sin saber porque yo también lo he vivido. Yo también pensé que me querían más de lo que me decían. Que sólo necesitaba tiempo. O que cuando viera que me perdía, iba a reaccionar y me iba a convertir en el amor de su vida.
Spoiler: no pasó, volvió con su verdadero amor y yo quedé destrozada.
También lo hablé con mis amigos. Buscamos alternativas a todos los episodios menos el más cruel para mí. Analizábamos cada hecho, cada palabra, cada momento especial para extraer de ellos una conclusión diferente a la verdadera. ¡Ay que ver qué imaginación tenemos cuando queremos que pase algo! Así que, ahora, hubiera preferido un “ amiga, este chico no quiere nada serio contigo ni lo querrá nunca, espabila y toma una decisión”.
Después de un tiempo, de verlo con perspectiva, de trabajar mucho en ese episodio descubrí que las señales eran muy claras. Que la persona en concreto no me había engañado y que había sido yo la que se había hecho falsas ilusiones. Y en ese momento, cuando no puedes echar la culpa de tu dolor a nadie, aparecen los “futuros consejos que dar”. Tanto a mí misma como a todos los demás que se encuentren en esta situación.
Si te dice que no quiere pareja, es que no quiere formar pareja contigo. Puedes buscarle otros significados pero solo tiene uno. Y en estos casos, y si para ti no es suficiente, dejarlo es la opción mas inteligente. Porque una despedida duele menos cuanto más corta es.
Cuando te diga “ ahora no estoy preparada/o pero en un futuro no se”, estás siendo su segunda opción. La opción que aparecerá cuando no encuentre a nadie más. ¿Y, siendo tan increíble como seguro que eres, crees que te mereces ser un segundo plato? Ya te lo digo yo: NO. Dejando esa relación, te ganarás un poco más a ti mismo y eso también será maravilloso.
Y, por último y ante un “ no es el momento”, piensa si es el momento para ti. Si lo es, entonces tienes que alejarte porque no haciéndolo estás perdiendo la oportunidad de ser muy feliz en el futuro. O sola o con alguien para el que si seas su momento.
¿Y quién eres tú para renunciar a tu futura felicidad?
A vivir y a querer intensamente ( y, fundamentalmente, que nos quieran de vuelta). No hemos venido a perder el tiempo.