Amiga no eres Carlos Sobera y esto no es First Dates.

Hace unos meses me di cuenta de que estaba preparada para volver a enamorarme, para volver a creer en el amor y no salir cual rata, corriendo ante cualquier proposición, cita o atracción que pudiera sentir hacía otra persona. Y me siento preparada, ni más ni menos, que porque estoy trabajando en mí, en mi autoestima, en analizar la persona que era y en como el sabotaje me lo hacía yo a mí misma, porque no es que no tuviese tiempo para una cita, no es que todos los tíos fueran rarísimos (que ojo, también los hay raritos) es que tenía compromisos, obligaciones, que a veces se me había impuesto y otras me las había colgado yo en la espalda porque era “mi deber” y no es que no tuviese tiempo, es que lo ocupaba haciendo cosas que no me hacían feliz.

Y la historia a la que viene todo esto, es que debe ser que se me nota o algo, pero desde entonces no para de proponerme para conocer gente, porque “soy ideal” para esa persona, estoy en un continuo casting para First Dates y no lo sabía. Y vosotras pensaréis: oye, pues divino, ahora que está preparada, le buscan pretendientes… THIS IS THE CUESTION, AMIGAS. ¿A santo de qué, OS TENÉIS QUE METER EN LA VIDA DE LA GENTE? Todas, TODAS, habéis buscado chorbx a vuestrx amigx del alma, porque necesita una pareja, que la saque, que viaje, que vayan al teatro, de fiesta, de cenas… ¡QUE TODO ESO LO SE HACER YO SOLA!

Vamos a ver, ¿os decimos vuestrxs amigsx solterxs la clase de pareja que tenéis a vuestro lado? ¿Os decimos el rollo supremo que es tener que aguantaros con el plural, que dejáis de ser una persona individual, autónoma y eficiente por sí misma, para ir en pack de dos indivisible? ¿Os hemos hecho participes de cómo nos suda totalmente la vida, el alma y las partes bajas el carrete de 25 fotos en parejita que habéis subido a Facebook? No, ¿verdad que no? Pues, dejad de buscar pareja a quien no os ha pedido ayuda.

Las intenciones se agradecen, pero os podéis ir a tomar por culo con las intenciones también, que encima la última y que, por cierto, que ha sido a las 8 de la mañana de un viernes, ha sido un señor 20 años mayor que yo, divorciado y con el que me toca trabajar de vez en cuando. Que no digo yo que sea mal hombre, pero es que tengo 30 años y, respetando los gustos de cada uno, no soy Marta López Álamo. 

De corazón, si después de una etapa de mierda de unx de vuestrx amigxs veis que resurge como el ave fénix, que vuelve a sonreír, que vuelve a ser quien era, lo que debéis hacer es alegraros por él o por ella, estar a su lado y acompañarle en esta nueva etapa, NO METEROS EN SU VIDA, QUE NADIE OS HA LLAMADO A TRAMITE, COÑO.

 

Besitos (o no) @Bernalda_alba