¿Cuántas mamis de aquí habéis tenido que maquillar a vuestros pequeños para carnaval, Halloween o cualquier otra fiesta? Seguro que todas.

¿Y cuántas lo habéis hecho con ese maquillaje de los bazares, que es denso, como una crema que te deja toda la ropa perdida como la roces, y que luego te las ves y te las deseas para quitársela de la piel al niño? Seguro que más de una. Y no es porque este maquillaje sea malo, de hecho no está ni tan mal, pero es verdad que, a la hora de quitarlo —y más cuando es un maquillaje muy grande, por toda la cara, y de colores oscuros— es todo un engorro. Y sí, como no termina de secar, todo lo que toca, lo mancha.

Bueno, pues vengo a hablaros de una fórmula de maquillaje que se usa mucho y con la que se pueden hacer cosas maravillosas. Además, es mucho más fácil de quitar, seca bastante rápido, y se puede combinar con maquillaje en polvo si se necesita. Hoy quiero hablaros de los Aquacolores.

¿Qué es el Aquacolor? Es una pintura facial y corporal que se activa con agua. Es, a grandes términos, una acuarela para la piel. Y funciona exactamente igual: cuanto más intenso y opaco quieras el color, menos agua tienes que usar en la brocha. Se pueden combinar los colores entre ellos, e incluso mezclarlos para crear nuevos tonos sin miedo a manchar un tarro u el otro y fastidiar el color, porque con un poco de agua quedan limpios de nuevo. Además, a día de hoy, hay hasta aquacolores de terminado metálico que quedan súper bonitos una vez aplicados.

¿Qué ventajas tiene? Pues que aparte de ser fácil de aplicar con brocha, como seca en cuanto se evapora el agua, no mancha la ropa como el maquillaje en crema —aunque podemos poner una fina capa de polvo traslúcido si queremos que quede más fijo y no se vaya con el roce tan fácilmente—, y combinarlo con sombras para dar más intensidad o crear otros efectos. También tiene la ventaja de que, al igual que se activa para usarlo, se limpia perfectamente con agua y jabón, ya que la fórmula no cambia una vez aplicado. No hace falta raspar la piel con un montón de productos desmaquillantes para quitar todos los pigmentos, sino que con una toalla, agua y jabón, se va fácil. O, directamente, en la ducha, no hace falta más.

¿Tiene desventajas? Sí, claro, como todo. Justo al ser un producto que se activa con agua y que se puede quitar con agua y jabón, es fácil que el maquillaje se pueda mover o estropear con agua, sudor, etcétera. Por eso, en caso de que se use sabiendo que después vuestro pequeño va a correr y a sudar como un pollito, matizándolo con un poquito de polvo traslúcido aguantará un poco más. No hará milagros, pero algo ayudará.

¿Qué marcas existen? Pues hay unas cuantas, aunque yo solo he probado tres que me han funcionado siempre muy bien: Kryolan —la más cara, esta sí está más orientada al mundo profesional, aunque hace lo mismo—, Superstar, que aparte de vender los colores por separado, tiene incluso paletas ya hechas que vienen súper bien, y Zeta Beauty, que aunque los ha sacado en formato tarrito de eyeliner —que, por cierto, el tarrito cunde mucho—, es el mismo tipo de producto y se puede usar en todo el cuerpo para lo que queramos hacer. Las tres marcas son fáciles de encontrar tanto online como en tiendas físicas, tienen varios acabados y funcionan de lujo.

Esta es una fórmula que utilizo mucho cuando hago maquillajes de fantasía, suelo combinarlo con sombras para crear otros efectos y se trabaja súper bien. De hecho, si queréis ver las verdaderas obras de arte que se pueden hacer usando aquacolores, os recomiendo que busquéis a Nuria Adraos si no la conocéis, porque vais a alucinar. Sí, todo el maquillaje corporal lo hace con este tipo de producto.

Así que, en caso de que os guste hacer body painting, o tengáis niños y queráis un maquillaje que no deje luego a los pobres con la piel irritada de tanto frotar para quitarlo, esta fórmula creo que os va a venir muy bien. Y si ya la habéis probado, ¿qué os parece? ¡Contadme en comentarios!

 

Nari Springfield.