Nosotras luchamos por desestigmatizar la palabra GORDA. Nos gustaría que fuera un adjetivo más y que se usase de manera natural para describir una corporalidad, sin carga negativa. Pero somos conscientes del mundo en el que vivimos y que, desgraciadamente, GORDA se sigue usando como insulto. Para mucha gente la gordura es un defecto. Y encima es un defecto que se ve. Y encima es un defecto que eliges porque comes donuts todo el día y no te mueves. Por todo esto la gente se cree en el derecho de usar GORDA como arma arrojadiza, para señalar y ridiculizar. Somos muchas las gordas que hemos sufrido estos ataques gratuitos, opiniones que nadie ha pedido, gritos desde el coche… ¡un horror!

Pero qué queréis que os digamos, nosotras somos mucho más divas y más listas. Nos ha quedado bien claro viendo la maravilla de respuestas que nos han dejado nuestras seguidoras a la siguiente pregunta:

  • «Tengo espejo en mi casa, gracias».
  • «Sí, dime: ¿necesitas algo?»
  • «Eso es según tu criterio, según el mío estoy bien buena».
  • «No estoy gorda, estoy acumulando mierda para cagarme en… (introducir aquí lo que cada una quiera)».
  • «Gracias, muchos años de buen comer para estar así de buena».

  • «¡Qué guay! No necesitas gafas, ves perfectamente».
  • «El coño sí que lo tengo gordo».
  • «¡Qué original! Ahora dime algo que no sepa».
  • «¿Tengo cara de que me importe tu opinión?».
  • «No te metas con una gorda como yo que te puede devorar».

  • «Voy a meter tu opinión en una cuenta a ver si me genera algún interés, mascachapas».
  • «¿Y el problema dónde dices que está?».

También hay muchas que nos dicen que demuestran indiferencia total y eso también nos gusta mucho porque, aunque tenemos todo el derecho del mundo a patalear y responder, no hay nada que neutralice más a estos bullies que no tener a quien machacar. Porque a veces es cierto ese dicho tan manido de: «no hay mayor aprecio que no dar aprecio».