Marisa R. Abad
Licenciada plumilla, gafotas y jamona ibérica. Me encantan los potingues, los cuadernos, los zapatos, Hello Kitty y una caña con su tapa. Lo divino y lo humano, siempre mejor con humor.
Licenciada plumilla, gafotas y jamona ibérica. Me encantan los potingues, los cuadernos, los zapatos, Hello Kitty y una caña con su tapa. Lo divino y lo humano, siempre mejor con humor.
Cuando se trata de alabanzas en el saber hacer amatorio… no me lo creo yo mucho. Igual es por baja autoestima o porque soy una mal pensada de pelotas.
Por Marisa R. AbadNos habíamos elegido al fin y al cabo. Nos queríamos presentes y tangibles en el camino. E inventamos otro concepto: no seríamos amigos convencionales.
Por Marisa R. AbadAllí me veis, con el sujetador cual alforja en la encimera, en tetas y de puntillas intentando ponérmelo en horizontal.
Por Marisa R. AbadComencé a centrarme más y más en lo que nos desunía, en lo que no me gustaba de ti. Mi boca seguía cerrada y en mi mente giraba la palabra fracaso.
Por Marisa R. AbadReconozco que en términos sexuales, los ‘anglicanismos’, como decía un colega, vienen bien para no ser demasiado escatológicamente literal.
Por Marisa R. AbadEs todo felicidad, optimismo y positividad. Sí, ok, podréis decirme que objetivamente son ventajas, pero cuando quiero regodearme en la mierda… NO-ME-VA-LE.
Por Marisa R. AbadSupongo que te gustará saber que gracias, o a pesar, de todo esto, de esta historia de cinco años de amor unidireccional puedo decir que me quiero.
Por Marisa R. AbadLas estadísticas chichiles son lo que son, está claro, pero si te llamas José Luis, eres un peatón y te dedicas a hacer logotipos, cuidadito conmigo.
Por Marisa R. Abad