Las redes sociales están on fire con que haya quien se atreva a considerar «talla grande» a la modelo Barbara Palvin y no les falta razón. Resulta que la modelo, que tiene un cuerpo totalmente normativo y no tenemos ningún problema con eso (faltaría más), ha fichado por la firma de lencería Victoria’s Secret y claro, todo el mundo tiene algo que decir.
Ya en el 2016 hubo lío con la modelo húngara porque, hablando claro y mal, la gente es imbécil y se dedicó a llamarla gorda tras ser portada de la revista Sports Illustrated. Aquí tenéis las fotografías de la discordia y sí, la gente está muy mal de la cabeza que cree ver gordas en bikini:
Pues bien, hace unos días nos enterábamos de que Palvin va a formar parte del squad de los ángeles de Victoria’s Secret, marca con la que ya ha trabajado en el pasado pese a que muchos «especialistas» consideren que no tiene un cuerpo tan atlético como sus compañeras (de verdad, me explota la cabeza).
Habría que mucho que decir de esos «especialistas», pero de lo que vengo a hablar es de la reacción en las redes: ayer twitter era un hervidero de gente quejándose de que Barbara Palvin fuera la primera modelo plus size de Victoria’s Secret. Cuando me enteré flipé y fui rápidamente a ver qué estaba pasando, claro. No daba crédito, la famosa firma de lencería no podía tener tan poca vergüenza y los medios tampoco. Esto era demasiado.
Busqué en Google: «Barbara Palvin plus size» / «Barbara Palvin curvy» / «Barbara Palvin talla grande».
NADA (solo este artículo de InStyle que no arroja demasiada luz sobre el tema). Pero ni la marca, ni la modelo han dicho absolutamente nada de tallas grandes ni nada parecido.
Busqué en Twitter. Hice un montón de scrobbling hasta llegar a la publicación que creo que es originaria de la polémica.
Una captura de una página chorras de Facebook llamada «ღ superficial doll ღ» (que qué queréis que os diga, el nombre no me da ninguna fiabilidad y por lo que he podido ver así por encima practican el body shaming todo el rato). Aquí la tenéis:
Llego a varias conclusiones con todo esto. Por un lado está lo de las fake news y cómo nos creemos cosas sin contrastar y sin leer las fuentes. Por otro lo mal que están las cabezas de base, porque si esto se ha viralizado es porque hay un grueso importante de la población que cree que efectivamente esta muchacha no cumple con los estándares corporales necesarios para ser un ángel de Victoria’s Secret. Y por último, lo sensibilizada que está mucha gente y lo maravillosas que son las redes para luchar por lo que creemos justo porque, aunque en esta ocasión no haya sido algo real, el movimiento social a favor de la aceptación de las corporalidades es tan brutal que nos hace recuperar mucha fe en la humanidad.
A todo esto hay que sumarle que la firma de lencería esta constantemente en el centro de las críticas por no saber adaptarse a los tiempos y mantener un ideal de belleza que se aleja mucho de la diversidad real que cada vez reivindicamos más personas. No olvidemos que además un alto ejecutivo de la firma hizo unas declaraciones terribles sobre las modelos curvy y trans hace unos meses. Todas estas cosas hacen que semejante titular sea asumible como cierto con mucha facilidad e incluso facilita que surjan teorías de la conspiración que plantean que, teniendo en cuenta todos los comentarios terribles que se le han dedicado a la modelo sobre sus medidas en redes sociales, todo esto sea una campaña de lavado de imagen para hacernos fantasear con una mayor diversidad corporal entre sus adorados ángeles.