Con la primavera empieza la temporada de bodas y todas tenemos una amiga a la que queremos mucho pero que no entendemos porque que decidió casarse el típico día de verano en el que hace 40 grados a la sombra. Pues bien, llega el día en cuestión y dedicas una hora al maquillaje y acabas como una puerta para verte cual diva y enfundarte ese vestidazo que tenias pensado desde que tu amiga te dijo que se casaba pero pasan las horas, vas al baño a retocarte el labial y Oh My God!! Vienen los “madres mías”. Te ves la cara llena de parches. La piel te brilla pero no por aquel highlighter divino que te compraste. No. Sino más bien asoma un brillito aceitoso poco agradable y empezamos a matificar y matificar. Porque además de los brillos hace un calor sofocante y llega un momento en el que pasamos de ser una bombilla a tener un empastre entre los polvos y el maquillaje que no mola nada.

Y todo esto, queridas amigas, nos pasa por no haber preparado antes la piel.

Siempre hay que preparar la piel si quieres un maquillaje ¡WOW!

 

  1. Lo primero y más importante: la piel tiene que estar hidratada. Tanto por dentro como por fuera. Así que bebamos agua. Mucha agua. Las cañitas y los mojitos los dejamos para el momento terraza.
  1. Antes de maquillarte debes de aplicarte siempre sérum e hidratación. Sí. Aunque tu piel sea grasa ya que, al contrario de lo que muchos piensan, el exceso de sebo se debe a la falta de hidratación.

El sérum nos refresca la piel. La ilumina y si tienes los poros abiertos ayudará a evitar que la crema que apliques después sea absorbida por el poro y este se abra aun más. Por el día será suficiente con que te hidrates con factor de protección. Dejemos el trabajo de las cremas a la rutina de la noche.

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Antes de dormir hay que asegurarse de dejar la piel limpia y cuidada
  1. El siguiente paso será un primer que te ayude a que el maquillaje dure más y se asienta mejor al rostro. Hay cientos de primers para cada tipo de piel.
  2. En cuanto a las bases de maquillaje: las bases de maquillaje que tienen formulación a base de agua te ayudaran a sentir una piel fresquita y la cobertura suele ser moldeable en estos casos, así que cubre solo donde lo necesites y que el resto se vea natural y reluciente como tú.
  1. Otro tip es usar productos en crema y/o líquidos: el colorete, el bronceador o el iluminador. Asi conseguimos no cargar a la piel de polvos porque esto ya sabemos como termina: en empastre.
  1. Ya tienes el maquillaje perfecto y ¡ahora sí! Es momento de sellar pero con ojo. Menos es más y eso es una regla básica en el mundo del make up. Unos polvos translúcidos es la mejor alternativa para sellar el maquillaje. Al no tener color te valen para todo el año si eres como yo: que en invierno te pareces Blanca Nieves y en verano a Beyoncé. Pon una fina capa con muy poco producto. Piensa que los polvos te han costado el sueldo de un mes y tienen que durarte toda la vida.
Los polvos translucidos no dan color y con una cantidad mínima es suficiente

Y para finalizar: el spray fijador, ya sea matificante o iluminador, te devolverá un aspecto jugoso. (aprende más sobre este maravilloso producto pinchando aquí) Además, es genial para llevarlo en el bolso y reaplicar cuando estés sudando la gota gorda en la boda de tu querida amiga. Esa que decidió casarse a las 12 de la mañana de un 15 de agosto.

Así te quedarás cada vez que apliques spray fijador