Quiero comenzar indicando que, como dice mi mejor amiga, “si algún día me ves correr, corre tú también porque algo grave pasa”. Es decir, ya manifiesto desde aquí mi odio profundo a correr. No me gusta. Fin.

Dicho esto, yo pensaba (ignorante de mi) que el tema de las carreras era que tú vas, te apuntas, te dan un dorsal con tu número y una especie de chip, con el que se controlan tus tiempos y estas cosas. Y realmente pensaba que era así en todas las carreras, incluso en las que se corre con fines benéficos. Pues no. En algunas carreras, entiendo que con el fin de conseguir patrocinadores, te regalan “cosiñas”. Que si una camiseta, que si unas gafas de sol perralleiras, que si batidos proteicos… Bueno, cosas que entiendo razonables o útiles a la hora de correr.

Pero ¡ay san Blas! Lo que regalaban este fin de semana en la carrera de la mujer en A Coruña. Agarrense la mandíbula porque a mi casi se me desencaja. Y no, no es solo cosa de A Coruña, porque tambien lo han dado prácticamente igual en Madrid, Sevilla, Palma…

(Léase con voz de teletienda)

En este precioso kit mujer runner podemos encontrarnos con cosas que te van a encantar, porque eres mujer, evidentemente. Lo primero, lo indispensable para correr es un pinta uñas, porque ¿donde has visto tú a alguien correr con las uñas sin pintar? Lo segundo, porque eres mujer fit, son infusiones para vientre plano y para adelgazar, que para eso corres ¿no? Para estar delgadita, chocho. Y luego, para cuando acabes y te relajes, el HOLA. Porque no hay mujer en la tierra que se resista a leer el HOLA.

Solo se me ocurre una pregunta: ¿QUIEN C* HA DISEÑADO ESTA CAMPAÑA DE MARKETING? Y antes de que algún iluminatti me venga a decir (de los creadores de “ni michismi ni fiminismi”) es que es la carrera de la mujer, son cosas de mujeres, ya adelanto que me cago mucho en eso.

Lo que se conoce como carrera de la mujer, es una carrera en la que el color rosita no es por ser mujer, es POR LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA. Es decir, no por el hecho de ser mujer me gusta el rosa y me pongo lacitos. No, me visto de rosa ese día para concienciar de la lucha contra el cáncer de mama, igual que en las marchas contra el sida el lazo es rojo.

Lo siguiente es que VAMOS A CORRER, no a pintarnos las uñas, ni a buscar un cuerpo “que entre dentro de los cánones sociales”. No. Vamos a correr por una causa. Dame cosas útiles. Dame linimento, dame una bebida isotónica, dame una cinta para el sudor, dame una barrita energética, una camiseta con un eslogan contra el cáncer. Pero no me des unas p. infusiones adelgazantes, un pinta uñas y mucho menos el HOLA. Vamos, que les ha faltado meter un mocho y un mandil, eso sí, rosita.

Porque claro, en caso de ser una carrera contra el cáncer de próstata, darían puros, coñac, condones, cuchillas de afeitar o el Interviú, ¿no?

Como ayer me comentaba una amiga, a la cual el cáncer le tocó de cerca, lo que deberían hacer era ahorrarse estos “regalitos” y destinarlos directamente a una asociación u organización que luche contra el cáncer o incluso donar para realizar investigaciones.

Luchemos por la causa, pero en igualdad.