Queridas mujeres de mi vida:

No sé que hubiera hecho sin vosotras en un mundo que decidió antes que yo donde podía llegar.  Que se empeñó en dar una definición de “mujer” cuando el concepto es tan amplio como las personas que quieren llenarlo (y eso lo hace grande). Gracias por enseñarme que no hay ningún tipo de limitación, que podemos ser quién queramos sin dar explicaciones a nadie. Porque no hay nadie tan importante como nosotras mismas. 

Me  siento muy afortunada por teneros y porque no paráis de aparecer en mi vida. Por hacer de mí la mujer en la que me quiero convertir y saber que siempre hay posibilidades de mejorar, y siempre a vuestro lado.Por ser fuertes y seguir siéndolo aunque estéis cansadas. Por aprenderos de memoria cada una de vuestras imperfecciones y convertirlas en dones. Por enseñarme que no existen clases de mujeres sino que todas las mujeres tienen mucha clase. Gracias porque aprendí a verme a través de mis propios ojos. 

Porque nos quieren enfrentar y aún así nosotras nos juntamos y nos ponemos al frente de nuestra vida, que solo es nuestra. 

Por enseñarme que las desigualdades injustas existen y que la costumbre no siempre es la regla general. Que se lucha en primera fila con ganas, con uñas y dientes sin necesidad de arañar ni morder- por vosotras dejé el escudo detrás del que me escondía. Gracias por enseñarme a querer como si fuera el último día de mi vida. Y a querer bien. Sin posesión, sin dependencia, sin exigencias, sin reclamar. Que hay que querer aunque no nos quieran. Que el amor duele pero mejor corazón herido, que aquel que no pueda sentir.

Gracias por alzar vuestra voz cuando algunas ni siquiera la teníamos. Por atreveros a dar todos esos pequeños pasos que han acabado siendo un gran recorrido(al que le quedan muchas paradas). Por las palabras y sobre todo, por vuestros hechos. Porque no hay diferencias insalvables entre cada una de nosotras. Y por recordarme que no hay un “todas” frente a un “todos”. Que  podemos serlo juntos, que podemos ser diferentes pero nunca crear artificialmente diferencias.

Gracias por enseñarme que tengo unas alas preciosas y todo el espacio del mundo para poder desplegarlas. Por desatarme la venda de los ojos. Por decirme lo que no quería pero debía escuchar. Por hacerme entender que nadie es mejor que nadie sino que todas nos hacemos mejores entre nosotras.

CHICAS-DIFERENTES

Gracias a mis compañeras, a mis amigas y a las vuestras, cada una FUERTE, BONITA, INDEPENDIENTE. Por estar y ser, aunque sea a kilómetros de distancia. Por vuestra lucha individual en cada uno de vuestros campos. Por acogernos entre risas, abrazos y consejos. Por completarme y dejarme incompleta para todas las posibilidades que me ofrezca el futuro. Por no parar, por iros, por volver, por ponerle cara a la lucha. 

Gracias a las tías y a las primas, por ser las mujeres de la infancia. Por darle otro concepto a la familia. Por ser los ejemplos, los ojos, las manos, el camino que seguir hasta desviarse y hacer el tuyo propio y saber que siempre andarán en tu misma dirección, si eso te hace feliz.

Gracias a las abuelas, porque son nuestros tesoros, aunque se empeñen en decirnos que nosotros somos los suyos. Porque nos enseñan sin querer con cada anécdota, porque con ellas empezaron muchas cosas. En particular a la mía, que tomó las riendas de una familia que se quedó demasiado pronto sin uno de sus pilares fundamentales. Que construyó con todo el amor del que era capaz la familia que ahora es la mayor de las suertes de mi vida. 

Gracias a las hermanas. A la vuestra, a la mía, a mi mejor amiga, a la verdadera mitad de algo de mi vida. Porque no hay cariño más grande que el que pueda ver en sus ojos. Ni se me ocurre otra persona a la que pueda tener ganas de querer aún más. 

Y por último a las madres y permitidme la siguiente licencia de autora, a  mi madre, a mi ángel, a la madre de las madres. Que sostienen su peso y el tuyo. Que no pueden hacer más de lo que hacen y van siempre mas allá. A las luchadoras incansables, inigualables e inimitables. Nos hacéis y nos hacemos con vosotras.

Gracias a todas, no paréis nunca, y si lo hacéis, el mundo lo hará con vosotras.

SIGAMOS LUCHANDO.