Chorradas que compartimos mi mejor amigo y yo

Bueno en primer lugar dejadme que os cuente que, aún a día de hoy, hay gente que tiene cierta actitud extraña cuando hablo de la gran confianza que tengo con mi mejor amigo. Sí, alucinante lo sé. Incluso en alguna ocasión he quedado con él para comer en su casa a solas (¡menudo pecado!) y he tenido que soportar ciertos comentarios maliciosos. Envidia lo llamo yo. ¿Cuándo nos vamos a enterar de que la amistad entre hombres y mujeres es posible y real?

Al margen de toda la parrafada anterior, hay personas que son reacias a compartir intimidades con sus amigos o que en general consideran de mal gusto contar ciertas cosas, y lo respeto completamente, pero ese no es el caso de mi mejor amigo y yo.

Así que hoy os traigo cosas que nos contamos, que quizás podríamos callarnos, pero que no dudamos en decirnos porque sí, porque eso le da alegría y pone la salsa a nuestra amistad. De hecho, os deleitaré con algunas de sus mejores frases porque no tienen desperdicio.  

  • Situaciones, hechos o circunstancias escatológicas. Sí señores y señoras, nos contamos hasta cuándo vamos al baño, es decir, literalmente a cagar. Si a alguno le da un apretón, lo dice. Hemos llegado a ir en el metro y que él me diga: “déjame que me siente que me estoy cagando y si voy de pie esto es peligroso”. Ha estado trabajando y me ha escrito para decirme que tenía gases y que se le iban “cayendo” los pedos disimuladamente. O si alguno de los dos ha notado ciertos problemas en zonas sensibles, lo hemos comentado igualmente: “me he echado el jabón de la marca X y me escuece el ojete”. Precioso todo, lo sé. 

  • Hazañas y desastres sexuales. Lo bueno de tener tanta confianza con un chico (bueno lo cambiaré por hombre, que ya vamos teniendo una edad) es que te puede ilustrar en ciertas destrezas e incluso te puede aconsejar en el plano sexual. A este tipo de conversaciones nosotros las llamamos “Triple XXX” y consisten en contarnos guarradas máximas que nos han hecho, que hemos hecho o que nos gustaría hacer. El día que le escuché decir que su novia le había comido los huevos por debajo como un racimo de uvas, incluida la puerta de atrás con dedito meñique saludando al interior (literalmente con esas palabras) fue muy épico. Por cierto, lo recomienda a todos los hombres, independientemente de su orientación sexual. 

 

  • Ilusiones y problemas amorosos. Cualquier posible territorio inexplorado, es decir, personas que conocemos y que son susceptibles de ir al huerto, son objeto de análisis y especulación. Los match en Tinder dan para mucho, al igual que los compañer@s de trabajo. Los comentarios al respecto no faltan y uno de los más memorables fue cuando había quedado con un nuevo ligue y me dijo que iba a podarse el arbusto. En fin, poesía pura. 

No os creáis que solo hablamos de los tres puntos que acabo de mencionar. También nos enviamos audios de unos 3 o 4 minutos de duración de media contándonos qué tal nuestro día, nos damos las buenas noches y nos decimos qué hemos comido. ¿Por qué? Porque sí, porque en eso consiste la amistad, en compartir y apoyarse.

Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta. – R.W. Emerson. 

 

Amanda C.