¿¡Cómo es posible que tengas esa inseguridad constante, cuando te comías el mundo meses antes!?
La cuestión es que has dado un paso súper importante, que, aunque ya sabias que no iba a ser fácil, estabas dispuesta a vivir. ¡Sigues estándolo! Pero a veces es duro encontrarse en un sitio en el que no entiendes el idioma, sin nadie literalmente a quien acudir y con multitud de inconvenientes.
Nada grave, muchas pequeñas cosas que normalmente no te preocuparían, pero, en un país en el cual no puedes ni comunicarte, ¡pues es un drama!
Mas allá de las dudas y preguntas que te rondan: ¿Quién soy y cómo he llegado hasta aquí? ¿Habré he hecho bien? ¿Y si me va mal?
¡¡¡Pero qué mal te va a ir!!! ¡En tu balance todo son ganancias, y no hablo de dinero!
La realidad es que probablemente acabe siendo LA EXPERIENCIA, y estás ganando con solo vivirla, independientemente de «si te va bien o mal». Deberíamos dejar de decir esto, mal no puede ir, y si insistes con eso, pues mira, tu país no va a irse del mapa,
¡allí estará para cuando decidas, quieras o tengas que regresar!
Aun así, hay cosas que tendrás que superar, aventuras y desventuras como:
• Afrontar la soledad mientras que tus amigos y familia siguen haciendo sus vidas, esto dicho así parece raro, ilógico, incluso egoísta, pero es un sentimiento más difícil de manejar de lo que parece.
¿¿yo sola y vosotros de parranda?? ¡me he ido, pero no hagáis planes sin mí!
• Encontrar piso cuando para alquilártelo te piden hasta la partida de nacimiento de tu tatarabuelo
• El drama de la seguridad social, ¿pero y si me pongo mala? ¡voy a morirme!
No, no vas a morirte, si te pones mala vas al médico, puede ser que tengas que pagar hasta que averigües quien se hace cargo después, pero ya está … lo pagas, que tu vida lo merece ¿no?
• Hacer la compra es como intentar salir del laberinto del fauno, todo nombres desconocidos, no encuentras ni la leche y encima te has perdido en el supermercado.
• La vuelta a casa por Navidad se convierte en uno de los momentos más felices, pero llegas y … estás en casa de tus padres
¡Enhorabuena! ¡¡Vuelves a tener 15 años!! Sobrevive a ello…
• Tomar unas cervezas se vuelve un sacrificio, porque no tienes muchas oportunidades, y cuando se presentan, intentas conocer gente en un idioma que no entiendes, y eso es un esfuerzo extra,
¡o bebo o pienso, pero las dos cosas a la vez…!
Suma y sigue…
La verdad es que has entrado en un Gran Hermano unipersonal, donde todo se magnifica y el trabajo que tienes que hacer para dejar de ser la DramaQueen de siempre es mucho mayor de lo normal.
Pero al final, cada día te sientes un poco más en casa, disfrutas de todo eso nuevo que estas aprendiendo, del país, de los demás y lo más importante, de ti.
Es entonces, cuando consigues ver las cosas con perspectiva y ser consciente de que todo es temporal, cuando te das cuenta de que “TOUT VA BIEN”
