Tener el pelo graso no significa que no puedas lucir pelazo. Tus glándulas sebáceas están más activas y producen más grasa de lo habitual, un proceso en el que intervienen factores como la edad o el sexo.

El exceso de grasa hará que tu pelo se vea más brillante y untuoso, y generalmente más liso y apelmazado. Pero no pierdas ni un minuto en lamentarte por ello y dedica el tiempo a saber cómo lavarlo y cuidarlo para lucirlo siempre a punto.

Lavado y cuidado del pelo grado: las dos grandes claves

La producción excesiva de grasa puede deberse a múltiples factores: cambios hormonales, uso de algunos medicamentos, estrés o, simplemente, genética. Son causas internas que, en algunos casos, son complicadas de atajar. Pero también hay causas externas como el uso de un mal champú o un lavado incorrecto que sí puedes corregir.

La grasa no es mala en sí misma, porque protege el cabello. No se trata de hacerle la guerra, lo que, como te explicamos, será contraproducente. Se trata de hacerte con los productos y el método adecuado para ayudar a regular el sebo.

La manera en que lavas tu pelo y los productos que usas para limpiarlo y mantenerlo son las dos grandes claves, pero no las únicas. Hay algo que determina nuestro estilo de vida y nos influye por dentro y por fuera: la alimentación. Que sea sana y equilibrada te ayudará en todo, incluso a la hora de lucir pelazo. Sobre todo, evita grasas y azúcares para que el cuero cabelludo no segregue más sebo.

1. El lavado

En lo que al lavado respecta, importa el cuándo y el cómo. Por un lado, deberías evitar lavarlo demasiado o demasiado poco. Encuentra un término medio que, generalmente, será una vez cada tres días. Por contradictorio que parezca a inexpertos o principiantes, cuanto más laves, más grasa genera el pelo. Se desequilibra el PH, por lo que se produce algo similar a un efecto rebote: más lavas, más tienes que lavar.

Afortunadamente, hay un producto estrella que se han convertido en el gran aliado de los cabellos grasos: el champú en seco. Su principal ventaja es que elimina la suciedad y la grasa del cabello sin necesidad de lavarlo con champú y enjuagarlo, algo que insistimos en que debes hacer con la frecuencia justa para no entrar en un círculo vicioso con el sebo. El champú seco ayuda a que se vea limpio sin retirar los aceites naturales que hidratan el cabello, por lo que lo mantienen saludable.

En cuanto a cómo debes lavarlo, es importante que no frotes en exceso. Realiza movimientos circulares con delicadeza, lo que tendrás dos objetivos: uno, activar la circulación; y dos, proporcionarle un trato no demasiado agresivo.

En el método también interviene la temperatura del agua. Opta para agua fría para abrir la cutícula, lo que eliminará grasa y residuos. Si está caliente, la cutícula se abrirá en exceso y podría dañar la raíz. Si está fría, el cabello no se limpiará con profundidad. Lo ideal es buscar un término medio que te resulte cómodo, aunque hay fuentes que recomiendan terminar aclarando con agua fría.

2. Los productos a utilizar

Lo que no puede faltar en tu arsenal de productos cosméticos es un champú que regule la secreción sebácea y, a la vez, aporte volumen y fuerza al cabello. Busca alguno específico, preferiblemente que tenga principios activos naturales como el té rooibos. Lo natural siempre es mejor que los sulfatos, que resultan demasiado agresivos porque eliminan los aceites naturales que el cabello necesita. Y eso obliga al pelo a generar más sebo.

También conviene que te hagas con aceites naturales como el mentol. El cuero cabelludo de los pelos grasos suele presentar irritaciones y enrojecimientos, lo que indica que son más sensibles. Un aceite vegetal puede proporcionarle efectos calmantes.

Al Comprar champú en seco, que insistimos en que es muy recomendable, ten en cuenta las propiedades del producto. Si quieres un extra de volumen, Batiste Heavenly Volume nutre y aporta brillo. Si quieres dar un toque especial, la gama Nourish & Enrich de la misma marca aporta una fragancia que notarás.

Al igual que hay productos que son muy recomendables, hay otros que son un no rotundo. Lacas, ceras, gominas y productos similares deberían estar reservados a un uso muy ocasional. De hecho, hay cientos de peinados que puedes hacer sin tener que recurrir a ellos.

Tampoco deberías abusar de las mascarillas, según aconsejan los expertos. Intenta usarla cada 15 días, no más. En su lugar, puedes utilizar un acondicionador específico para pelo graso, que hidrata sin engrasar no tiene siliconas ni tampoco agentes desenredantes tóxicos.

Con todo, no te obsesiones. Tener el pelo graso es bastante frecuente, es un tipo de pelo más. Merece más cuidado, sí, igual que cuando se tiene tendencia a la sequedad en la piel. Una vez que des con los productos y te hagas con tus rutinas específicas, lo que engloba también hábitos alimenticios saludables, verás que se puede.