Llevaba un año trabajando en esta empresa, con un contrato fijo, un sueldo bueno y todo lo que buscaba a nivel profesional. Me aseguraron que tendría trabajo para muchos años, pero me acaban  de echar porque se han quedado sin clientes. Sinceramente, me huele a chamusquina, pero yo sé que he hecho un trabajo increíble y estoy tranquila. Me han dado una pequeña indemnización y ale, al paro. En España que te hagan indefinida te da la misma seguridad que nada, porque igualmente te pueden echar en cualquier momento, de un día para otro, y estás de nuevo en el paro. 

Yo soy una persona que, aunque no tengo necesidad imperiosa de tener trabajo mañana, porque tengo ahorritos y un paro decente, me siento muy mal cuando no tengo trabajo. Y no me malinterpretéis, no es porque soy una obsesionada del trabajo y no sé qué hacer con el tiempo libre ni nada por el estilo, será por libros que puedo leerme, series que ver, paseos que dar o hobbies que retomar. Lo que no me gusta, ni a mí ni a nadie, es la incertidumbre, el cerebro humano no está preparado para asimilarla bien, y lo que busca continuamente es la estabilidad (que a nivel profesional muchas veces es difícil de encontrar, y en este país como no seas funcionario es casi imposible). Así que hoy os quiero dar unos cuantos consejos y trucos que he desarrollado estando en el paro para no volverme loca. Sentíos libres de coger solo aquellos que resuenen con vosotras o creáis que os pueden funcionar:

 

1- Ponerte un límite de tiempo diario para buscar trabajo.

 

Buscar trabajo es un trabajo, pero sin cobrar. Requiere mucha energía, tiempo y ganas, y no es fácil desconectar de esta búsqueda. En mi caso, dedico solo y exclusivamente dos horas al día a todo lo que tenga que ver con buscar, desde hacer entrevistas (si surgen), echar cvs, modificar mi portfolio, hablar con contactos o responder correos. Y cuando digo todo es absolutamente todo, si me llega un correo por la tarde (que ya de base intento no revisar, aunque no siempre lo consigo), me espero al día siguiente para responder. Cuidar nuestra salud mental en el proceso es muy necesario, así que chicas, yo os aconsejo no estar todo el día pegadas a LinkedIn.

 

2- Meditar.

 

Puede parecer muy obvia, pero meditar me ayuda mucho a estar aquí y ahora, a no caer en espirales de pensamientos negativos (cuándo voy a volver a encontrar, cuál será mi próximo trabajo, y si no encuentro y se me acaba el paro) y centrarme en las cosas que sí puedo controlar. Me relaja y sirve para tener una mente más sana, que es igual de importante que el cuerpo.

 

3- Hacer ejercicio.

 

Vale sí, no os estoy descubriendo América, pero quiero añadir esta porque me parece la que más ayuda. Si no queréis gastar dinero (como es mi caso), podéis siempre hacer rutinas en youtube. Yo sigo haciendo el calendario gratuito de Patry Jordan, también sigo a Fitness by Vivi, a Sergio Peinado, o a quien más os guste. Recomiendo también de vez en cuando hacer algún video de yoga (a mí me encanta Elena Malova) o pilates, para fortalecer la espalda de estar sentadas o tumbadas en el sofá. Al ritmo que queráis, los días que os sienten bien y sin ninguna presión, movernos por amor a nuestro cuerpo, jamás por odio hacia él.

 

4- Andar.

 

Dar paseos por mi ciudad es una forma maravillosa de despejarse, y ahora que tengo una pulsera de estas que mide los pasos, intento hacer por lo menos 10000 al día (que a veces no es fácil) y me pico conmigo misma si son menos jejeje. Andar y dar paseos por la naturaleza aclara mucho las ideas, si veis que os pasáis el paseo dándole vueltas a la cabeza, llevaos cascos y os ponéis un podcast que os guste y verás como se hace mucho más ameno (no hay día triste que el podcast de La Ruina no me anime).

 

5- Poner límites a vuestro entorno.

 

Me explico, cuando estás sin trabajo mucha gente te pregunta, comenta, y a veces, aunque tengan buena intención, pueden hacer mucho daño. Estar en paro, o sin trabajo en general, es un momento vital que puedes llevar con mucha tranquilidad, aprovechando el momento de parón para dedicarte a otras cosas, o puedes vivir lleno de incertidumbre, ansiedad, temor y otros sentimientos que te producen un estado de malestar general. Es por eso que os invito a poner límites a vuestro entorno. Un límite que yo he puesto es el siguiente: “Agradezco tu preocupación, pero prefiero que me preguntes ¿qué tal va la búsqueda? a que me digas, ¿te ha salido algo ya?, me genera menos ansiedad”.

 

6- Hablar mucho con contactos profesionales o gente que pueda ayudarte.

 

Sabemos que en España gran parte de los trabajos se consiguen por contactos. Esto es una mierda, yo lo detesto, pero he visto que, al menos en mi sector, es mucho más útil hablar con gente que te pueda echar un cable a buscar por tu cuenta. Así que quítate la timidez y escribe a gente que te pueda echar un cable, diles que si se enteran de ofertas que te digan, si te pueden poner una recomendación en LinkedIn o cualquier acto que te acerque más a esa nueva oferta laboral. Super tip: sigue en contacto después con gente que te ha ayudado, pregúntales cómo están, dales las gracias por su ayuda, y sigue hablando con ellos el resto del año, está feo solo interesarte por gente cuando lo necesitas. Ellos lo agradecerán, contarán contigo y podéis seguir creciendo juntos profesionalmente. Pasar de contacto profesional a amigo os acerca todavía más a opciones de colaboración juntos.

7- Tener una web personal.

 

Esto depende mucho del sector al que os dediquéis, pero lo veo como una carta de presentación maravillosa para un director de recursos humanos que esté buscando talento. Pagar un dominio y montarte una web sencilla no sale muy caro (yo pago unos 130 € al año, dominio + hosting con Wix) y te permite tener en ella un montón de información sobre ti reunida en un mismo lugar. 

 

Te Falta Perreo