A raíz de mi último post, Dramitas a los que te enfrentas cuando te independizas, una de nuestras lectoras propuso un tema que me parece interesante, y es como irte a vivir sólo (o en pareja) y no querer perder el conocimiento a golpetazos con la escobilla del váter.   Irte a vivir sólo puede algo muy bueno o algo muy malo en función de cómo te organices y de las expectativas que tengas. Así que como no es lo mismo contarlo que vivirlo, ahí va mi experiencia:

1 Céntrate:

Vivir solo por primera vez, emociona y mucho. Es muy fácil tender a idealizar la vida independiente y ese es uno de los fallos más gordos que cometemos. Haz un ejercicio de recapacitación y asegúrate de que tienes la suficiente solvencia y estabilidad económica/laboral para poder vivir sola. Mudarte e iniciar una vida por tu cuenta incluye muchísimos gastos a tener en cuenta. Inmobiliarias (si vas sobre seguro) fianzas, mudanzas, facturas…

La mayoría de pisos te piden mínimo las tres últimas nóminas y contrato de trabajo fijo, así como en ocasiones un aval. Un contrato es un compromiso legal y por tanto debes estar seguro de poder cumplirlo.

2. Infórmate:

Una vez hayas decido que sí (¡Enhorabuena!) puedes permitirte pagar un piso (tú sola o acompañada) te enfrentas al segundo paso: el lugar.

Aquí hay que hacer un ejercicio de paciencia esta vez. Muchas veces tendemos a querer algo y quererlo ya. Precipitarnos en la búsqueda de un piso puede hacernos elegir uno que al final no se adapte a nuestras necesidades finales y mudarte es horrible como para tener que hacerlo dos veces.

Mi consejo es que te compres un mapa de la ciudad en la que vivas (o lo imprimas) y marques las zonas con las que tienes relación. Es decir, tu trabajo/universidad/zona de ocio etc., así podrás delimitar tu zona de actuación, lo cual es especialmente útil si vives en ciudades grandes como Madrid o Barcelona. De nada te sirve encontrar un piso genial si para ir al trabajo tardas dos horas. ¿Lógico, no? Busca también que la zona cumpla con los requisitos básicos de supervivencia, tipo Supermercados, farmacias y cosas por el estilo.

Una vez tengas la zona no estaría mal darse una vuelta para verla con tus propios ojos por dos razones fundamentales: 1) andando verás un montón de cartelitos de «se alquila» así que llévate un cuarderno y un boli para apuntar y 2) comprobaras si realmente te gusta la zona, si la ves segura, si hay conexiones con los medios de transporte que más usas…

3 Busca:

En este paso ya tienes la solvencia económica y has delimitado la zona de búsqueda. Ahora tienes dos opciones, o vas por agencia ( lo único que tienes que hacer es buscar inmobiliarias por la zona y ellos se encargarán de buscarte el piso) o lanzarte a la maraña que a veces puede ser Internet. Si vas por agencia tienes que tener en cuenta que ellos suelen cobrar una mensualidad de lo que te costaría el piso, pero a cambio te ahorras los quebraderos de cabeza de tener que llamar y pelearte (sobre todo en Madrid) por encontrar un piso. Yo en mi caso lo pagué, pero aquí en la capital está justificado porque esto es la selva.

Si por el contrario decides buscar por tu cuenta, hay un millón de webs donde buscar piso. Mi favorita era idealista, pero cualquiera puede servirte. Cómprate una libreta y apunta todos los pisos que veas que te gustan. ya sólo te queda llamar e ir a verlos.

4 Imagina:

Aquí va uno de los pasos más importantes a la hora de elegir piso. Imagina. Tienes que verte a ti misma dentro del piso. Quizás así a primeras puede resultar un poco difícil, sobre todo con los muebles de otra persona, pero tienes que asegurarte de que el espacio cumple con todas las funcionalidades que necesitas. Lleva una lista de qué necesitas sí o sí en un piso y de qué puedes prescindir.  Revisa los electrodomésticos, abre y cierra los grifos varias veces, comprueba si las ventanas son de doble hoja, si las puertas cierran bien, mira y cierra todos los cajones, prueba todos los armarios…en definitiva, toquetea todo cuantas veces necesites sin que te de vergüenza, necesitas asegurarte de que todo funciona a la perfección. Asegúrate de la fianza se deposita en el organismo oficial correspondiente, tal y como marca la ley.

Cosas importantes que revisar:

  • Humedades
  • Fontanería
  • Preguntar si hay sistema de calefacción y de qué tipo ( no estaría mal pedir las tres últimas facturas de luz y gas para hacerte a la idea de cuánto puedes gastar más o menos)
  • Revisar /preguntar antigüedad de la caldera
  • Asegurarse de que la lavadora y el lavavajillas funcionan bien
  • Preguntar si hay seguro y qué cubriría
  • Comprobar la luz que tiene la casa (parece una tontería pero es fundamental por tema de consumo eléctrico, uso de calefacción etc.)
  • Presta atención a los vecinos (a todos nos ha tocado una familia con un bebé o una vecina con complejo de bailaora de flamenco)
  • Haz todas las preguntas que se te pasen por la mente: ¿Qué incluye el alquiler? ¿Quién paga las averías? ¿Puede subir mi renta debido a las fluctuaciones? ¿Se permiten animales? ¿Hay ventilación? Mejor ser pesado, que alquilar un piso que luego no te encaja.

Si después de todo esto, sigues queriendo quedarte con el piso, enhorabuena, has encontrado al que será tu hogar mínimo el próximo año. Ahora toca mudarte, que no es poco. Pero eso ya lo dejamos para otro post.