Hace tiempo que abracé la secta de la copa, pero el otro día me vino la regla por sorpresa (se me adelantó un par de días), tuve que ponerme una compresa que me dio una amiga y vaya rollo. Esta situación excepcional me hizo recordar todos esos dramas de usar este método de higiene menstrual y ahí voy con algunos que merecen ser comentados:

Da igual todo lo que te prometan en los anucios: no que se queda quieta, se mete en el culo, se retuerce, se dobla…

Y claro, con todo ese movimiento loco es muy probable que se te peguen pelos del culo o del chumi en la pegatina de marras. Depilación express y a traición.

A veces rozan la ingle y alrededores y llevar esa zona irritada es LO PEOR.

Huelen fatal. Sí, quizás yo sea un poco loquer de los olores, pero me había olvidado de lo mal que huele la regla apresada en la compresa. Los fabricantes se empeñan en ponerles perfumes y cosas que, además de que no deben de ser muy sanos para nuestras conechas, lo hacen todo peor.

Y en invierno aún bueno, pero en verano… en verano usar compresas es terrible. Ir a la playa con compresas es el mayor de los dramas porque: TODA LA PUTA COMPRESA LLENA DE ARENA. Esto lo recuerdo con pavor y eso que cuando era adolescente era de las que me quedaba en pantalón corto en la toalla, pero de verdad que no se cómo carallo hacía que llegaba a casa y me traía media playa pegada en las alas de la compresa.

Si por lo que sea acabas en el agua con una compresa puesta, pasará a convertirse en un pañal de lo más incómodo. Una vez me tiraron a una piscina vestida y os juro que era más incómodo el fucking pañal menstrual que el vaquero mojado.

Nunca se acierta del todo al colocarla: o te la pones muy arriba y manchas por detrás, o te la pones muy abajo y manchas por delante. Que lo mismo con el ruido, no deberíamos tener ningún problema con nuestra sangre, pero jode un poquito manchar las bragas porque esa mancha nunca se va del todo.

Si al punto anterior le sumas estar pedo ya es el acabose. Aguantar el equilibrio en el espacio ultra-reducido de los baños de los bares: abre compresa, quita compresa, cambia compresa… el funambulismo menstrual.

Además los pegamentos hacen muchísimo ruido y, aunque quieras ser delicada a la hora de cambiártela, se va a enterar todo el mundo de lo que estás haciendo. Que a ver, está claro que no hay nada de lo que avergonzarse, pero hay situaciones y situaciones…

Por no hablar de la cantidad de deshechos que se producen usando este método de higiene menstrual. Y sí, esto ya empieza a parecer una oda a la copa, pero es que… ¡bendita copa! Que de verdad que yo entiendo que no le va bien a todo el mundo, pero os animo a todas a probarla porque es una de esas cosas que te cambian la vida para mucho mejor. Y si eres de las que es fiel a las compresas pues te voy a dar un consejo de esos que nadie ha pedido: mucho mejor las de tela, lavables… son mejores para nuestros chichis y para el medio ambiente.

 

PD: la foto de portafda