COSAS QUE HACES CUANDO VES UNA PELI EN CASA

 

Me gusta mucho ir al cine, aunque por desgracia hace ya un par de años que no lo piso. Hasta que cambien las tornas y pueda volver, me atiborro de pelis en las plataformas. Consumo compulsivamente. Y he llegado a la conclusión de que aunque el cine es un mundo mágico, como en casa en ningún sitio. Que sí, que la experiencia en el cine te da mariposillas en el estómago y que la película más truñaco puede serlo menos si te has comido un cubo gigante de palomitas mitad saladas, mitad dulces; pero en casa es otro nivel.

Y es que hay cosas que hacemos de manera automática y algunas casi como un ritual, que en un cine sería impensable, nos dolería el bolsillo o echaríamos pestes de los que las hacen.

Pero vamos al meollo:

 

Ver la peli en bragas

O en pijama, o en ese chándal viejuno que te pones para estar por casa. Comodidad ante todo. Tirarte en el sofá a tu bola sin miradas de desaprobación hacia tu vestuario. ¿Se puede pedir más?Bueno, puede que tu gato te mire mal, pero no es objetivo porque siempre te observa con cierta superioridad moral.

 

Coger el móvil para comprobar dónde has visto antes a los actores

Sé que lo haces. Ése chico te suena muchísimo y no sabes de qué. Nada, ya te vendrá a la cabeza. Pero tu cerebro no puede parar de procesar a cámara rápida tu archivo cinéfilo para ver dónde has visto esa cara antes. Y terminas acudiendo a Google para leerte su filmografía. Compartes la información y ya puedes seguir tranquila la trama.

 

Parar la proyección para comentar una jugada o preguntar algo

Confieso que soy de las que en alguna ocasión hablo durante las pelis, pero sólo en casa. Tengo que comentar algún fallo del guion o un diálogo absurdo que me reconcome. Hay personas que se me tirarían a la yugular, lo sé, pero es que si no lo digo, reviento. Poder parar, soltar lo que me quema y continuar como si nada me da la vida.

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Adivinar cuándo estás en medio de una conversación insustancial y ojear el whatsapp y las redes sociales

Como que la atención desde los smartphones ha disminuido considerablemente. Te pica el cuerpo, llevas 40 minutos sin mirar el móvil y sabes que tienes notificaciones. Ahora que en la peli están de comida familiar insulsa es cuando deslizas el dedo sigilosamente para ponerte al día con tus contactos. Si es que no puedes evitarlo.

 

Quedarse dormida con la tranquilidad de retomarla en otro momento

¿Es o no es genial? No hace falta que te escondas, estás en casa, si a mí también me pasa. Tardas una hora y media en escoger una película y a la media hora te bailan los ojos. La vida. Y te duermes cómodamente dos minutos ahora que parece que no pasa nada interesante, pero en realidad ha sido media peli. Bueno, puede que no fuese tan buena, pero por si acaso, mañana te la revees.

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Empezar la película, intuir que va a ser un mojón y escoger otra

En el cine dolería mucho abandonar la sala porque hemos escogido un bodrio. Pero, ¿en casa? No perdamos el tiempo que luego pasa lo que pasa y nos quedamos dormidas. Es como los libros, no tengo reparos en dejarlo a la mitad si es infumable o híperprevisible. Luego tendríamos que exigir con indignación la devolución de los minutos de vida perdidos tontamente.

 

Son pequeños lujitos que nos permitimos en casa, pero que como digo, en el cine estaría prohibido y que además no tienen el mismo nivel de disfrute que en la comodidad del hogar. Y vosotras, ¿cuáles añadiríais?

 

Carla Jano