Hay gente muy cotilla, o con demasiado palique, o, simplemente, con poca delicadeza. Y pregunta cosas que no son de su incumbencia, sin delicadeza y sin pensar que, efectivamente, es un tema que no les atañe. Aquí algunos ejemplillos:

Por qué elegiste esa casa: En fin. Mira, la elegí por mil factores, de los cuales, 999 no te importan y uno sí: el factor que te interesa es que me dio la gana elegir la casa en la que vivo. El resto, se pueden resumir en: el barrio lo consideré decente, entraba en mi presupuesto, cuando empecé a buscar no vi nada más que desastres y un largo etc. Pero básicamente vivo donde vivo por que sí.

Uy, cuántos kilos has adelgazado (o engordado): Pues mira, no te importa porque no lo sé ni yo, o te crees que por haber subido o bajado una talla, me paso el día abrazada a la báscula. Uy, ¿tú cuántas neuronas has perdido en el camino al hacer esta pregunta?

Por qué lo dejaste con XXXX: Lo dejé con mi pareja (o me dejó o lo dejamos, yo qué sé) por muchísimas razones. La principal es la más evidente, que la relación no iba bien. Los motivos son míos y de mi expareja, de nadie más. No sé si al preguntar esto, esperas una respuesta del tipo “hacía tiempo que no miraba a Cuenca al anochecer”, “se lió con su monitor/a de spinning” o “queríamos cosas diferentes, yo quería hipotecarme y mi expereja ahora es misionero de África y sube muchas fotos a Insta en mitad de la sabana”.

 

Cómo pudiste liarte con esta persona: Porque los caminos del Señor son realmente inescrutables, ohmygod, por eso mismo, porque la vida es así y porque en ese momento me puso muy hottie y luego, evidentemente, no. Porque si no, me estarías preguntando por qué me estoy casando con esa misma persona.

¿Te gusta tu trabajo?: Bueno, yo aquí englobo todo lo que es hablar de curro puro y duro en mitad de unos vinitos y unas tapas. Paremos esto, por favor. Ahora no sé si me gusta mi curro, porque tengo dos verdejos en vena, y en camino un tercero. Y lo único que me gusta ahora mismo es que me traigan una ración de croquetas y saber que mañana no madrugo.

¿Cuándo pensáis casaros?: En serioooooooo. Pues mira, cuando lo hagamos, si es que lo hacemos, tú y tu culito de cotilla no lo sabréis y os enteraréis por el Hola. Muajajaja.

Jo, con cuántos tíos te has acostado: Esto suele ser una pregunta más enfocada a las chicas. Y, de verdad, que no llevamos la cuenta. Solo vivimos libremente, y tenemos historias muy graciosas. Y otras no tanto. Y otras realmente desternillantes. Mi entrepierna is not your business.

Por qué estudiaste tu carrera: Esto suelen preguntarlo en modo juzgando y, sobretodo, si no eres un apasionado de tu profesión y la llevas por bandera. Aquí los motivos: porque tenía 18 años y estaba confusa. Porque yo quería salir de fiesta y la vida me decía que tomara una decisión importante. Porque creí que la realidad laboral sería diferente. Porque me dio la gana y porque no te incumbe.

Todas estas preguntas están muy bien si te las hace un amigo íntimo, un familiar con el que tienes confianza o con alguien con quien has decidido compartir una parcela de tu vida. Pero si no hay confianza suficiente, tal vez sería mejor no sacar estos temas de forma tan directa, y esperar para ver si la persona tiene ganas de contarte este tipo de cositas.

Irene Ramirez.