Yo nací en los 80, prendí la tele y ahí estaba yo. Primero fui la niña aprendiendo a contar en Plaza Sésamo, luego Punky Brewster y después Clarissa. Seguí creciendo y yo seguía ahí, fui Buffy o Felicity, en Friends era una veinteañera viviendo con sus amigos. Llegué a los 30 y fui Bridget Jones o una mezcla de Carrie, Miranda, Charlotte y Samantha. Pero en un momento sin darme cuenta desaparecí.

Fue cruzar el umbral de los 37-38 cuando me desvanecí del protagonismo. Las mujeres de mi edad ya no son “yo”, una SOLTERA viviendo sus 40. Las mujeres de mi edad son sobre todo MADRES, en pareja o madres solteras, sus conflictos son siempre con la crianza o el padre de sus hijos. Si no tienen hijos tienen que estar casadas, divorciadas o viudas,  siempre hay un hombre detrás. Y si están solteras es porque -léase lo siguiente con sarcasmo- ¡algún trauma debe tener! Como que se les murió el novio en la guerra, tienen fobia al compromiso o son adictas al trabajo. Y eso que solo hablo de películas o series de comedias y con algo (o mucho) de romance, porque en los dramas o policiales debo aparecer como el cadáver #2.

Ahí me tienen.

Si quiero ver alguna serie o película de mujeres solteras adultas que viven alguna aventura divertida ellas tienen entre 29 a 35 años. Entiendo la lógica detrás, porque si por una de esas cosas de la vida quedan solteras y rechazan al galán, todavía tienen tiempo para su “final feliz”, dígase casarse o tener un hijo. Un ejemplo extremo es la misma Bridget, en la última película tenía 43 años y con las justas logró la meta: matrimonio + bebé, porque si pasaba los 45 – y por si acaso sigo hablando con sarcasmo – ¡Perdía el chance de la felicidad!

Pero la verdad es que las solteras sin hijos más allá de los 40 existimos, aunque no nos quiera ver la industria (o nos quieran retratar solo como el alivio cómico de la solterona desesperada por casarse) o no nos quiera ver el público, hombres y mujeres. Porque sí, he escuchado a alguna mujer en sus 30s decir que si llegan a los 40 sin esposo o hijos se muere. Y creo que ese es el principal problema, mostrarnos no vende, desde siempre hemos aprendido que la protagonista nunca se queda sola y si está sin pareja es por poco tiempo, hasta la siguiente temporada al menos.

También acepto que la mayoría de mujeres a sus 40 aún están teniendo o criando hijos, quieren verse representadas y que nosotras, las que no nos hemos casado, aún somos una extraña “especie” nueva (aunque siempre hemos existido), pero déjenme decirles que vamos en aumento.

No niego que puedan existir personajes protagónicos con los cuales me pueda identificar ahora y que quizás estén escondidos en la primera temporada de alguna serie de streaming (y si alguna los conoce les pido por favor que lo comparta), pero no recuerdo uno con la suficiente relevancia como para que forme parte de la cultura popular. Y si alguien pensó en Las Golden Girls o Las chicas de Oro, ellas no eran solteras, sino viudas o divorciadas. Y como dato curioso se suponía que en la serie tenían 50 años (¡¡ósea 10 años más que yo!!) cuando en su mayoría las actrices estaban en los 60.

Solo recuerdo ver el final de la primera película de Sex and The City, cuando Samantha decide a sus 50 años seguir soltera y fue como ver una hoja en blanco, el terreno desconocido o un mundo sin explorar. Veo el futuro y no sé qué tan promisorio sea, pero si la industria del entretenimiento también trata de retratar historias de personas no tan comunes ¿Por qué no? ¿Llegaremos a ver una serie de mujeres en sus 50s o mejor aún en sus 70s solteras de verdad, sin hijos y que estén satisfechas con sus vidas?

 

Malena Osorio