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  • Jane Campion (Nueva Zelanda): Una de las mejores cineastas de su generación, se hizo popular con su película “El piano” (1993) donde mezclaba sensibilidad, cierta brutalidad y sensualidad. Esa forma de hacer cine donde empoderaba a las mujeres desde sus deseos haciéndolas dueñas de su sexo, en cierta forma impuso una nueva visión de los impulsos dentro de los personajes femeninos…, los hizo abiertamente sexuales. Ejemplo de ello es: “En carne viva” (2003), donde claramente convierte a Mark Ruffalo en un objeto de deseo más allá de todo lo demás. Otros títulos indispensables son: “Retrato de una dama” (1996) y “Holy smoke” (1999)

P.D.: Gracias por mostrarnos el imán erótico de Harvey Keitel.

  • Deepa Mehta (India): La voz femenina más relevante del cine de la india, plasma en su obra todos los intríngulis de los roles y problemas femeninos de su sociedad. Las viudas, el lesbianismo, la política e incluso se atrevió a reírse de los clichés del exitoso cine de Bollywood. Irradia feminismo y reivindicación.  Como anécdota cabe anotar que su película “Agua” sobre las viudas no consiguió el sello de cine de la india, se vio señalada por aquello. El tocar temas espinosos de su sociedad, la ha llevado a tener que rodar fuera de su país.

  • Pilar Miró (España): Actualmente casi nadie recuerda a la afamada directora que murió a finales de los años noventa. Con un cine que era capaz de tratar con sobriedad y frialdad, hasta la tortura de su “Los crímenes de Cuenca”, nos lleva a un mundo que se tambalea entre la íntima sensibilidad que susurramos cuando estamos solas como en “El pájaro de la felicidad” hasta la oscuridad del buen cine negro como “Tu nombre envenena mis sueños”. Se trata de una directora compleja, hija de la transición que es demasiado moderna para su tiempo y que quizás es momento de reivindicar.

  • Nadine Labaki (Líbano): Por último una directora que todavía tiene mucho que dar. Nos abre la puerta al mundo femenino desde otro punto de vista, los limites y como sobrevivir en ellos. Tanto en su “Cafarnaúm” que te deja la piel de gallina, como su extraño musical “y ahora, ¿A dónde vamos?”, nos transporta a situaciones de otros mundos donde nos muestra que sea cual sea la sociedad en la que vivamos las mujeres siempre tenemos que tratar y sobrevivir a los mismos problemas.

Mujeres fuertes, con voz y que reivindican los diferentes puntos de nuestro sexo hacen que su cine llegue a nosotras pese  a las barreras de la cultura y el tiempo.