Ayyy el amor el amor, que bonito es y otras que ¡puñetero!, pero qué le vamos a hacer, es una sensación que engancha, te hace sentir genial, las mariposas te revolotean por todo tu ser, cada cosa te recuerda a esa persona tan especial, es como vivir en un orgasmo de felicidad constante, y esto claro engancha ¡Y mucho!

Siempre me he rodeado de gente más mayor que yo, muchas de mis amigas me sacan entre 10 y 20 años, y me encanta escucharlas a todas y cada una de ellas, porque aunque tenga menos vivencias que ellas, me resulta curioso ver como ciertas cosas se mantienen, da igual los años que nos separen, hay cosas que en esencia nunca cambian.

Una de estas cosas es sin duda el enamoramiento, y vamos a recordar bien bien esa sensación, cuando teníamos los tiernos 15 añitos, época en la que por lo general se daba nuestro primer amor INTENSO (que fuera correspondido o no eso ya era otra historia), pero ahí estábamos nosotras a topes de entrega, a tope de amor.

Estabas ahí a todas horas escuchando esas canciones que te hacían estar en tu estado de amor intenso 24/7, pero claro lo que se vive con intensidad quiere decir que si algo sale mal se vive con más intensidad todavía, es decir, cuando la otra persona resultaba no ser tan estupenda y maravillosa y nos mandaba a paseo, ahí nos quedábamos solas y descompuestas, y ahora sí que si A TOPE DE DRAMA.

Todas a tope de drama

Porque amigas mías, eso no había otra forma de llamarlo, era drama pero del bueno además, del de telenovela, del ya no me enamoro nunca más, los tíos son todos unos cabrones, si es que quien me mandaba a mi (todo esto lo llamo la resaca del amor, porque te pasa lo mismo que cuando bebes y al día siguiente te quieres morir, haces exactamente las mismas promesas pero hasta que se te olvida y vuelves a beber el finde siguiente).

 

Pero bueno, con el tiempo te ibas recomponiendo, y esa intensidad de drama y llanto iba disminuyendo, hasta que se te olvidaba ese dolor y/o aparecía otro nuevo entretenimiento, que volvía a ser el foco de tu amor intenso y tus más intensas fantasías.

Si es verdad que muchas veces se dice que como te parten el corazón la primera vez no lo vuelven a hacer nunca, y esa afirmación tiene bastante de verdad. Porque vamos a ver tontas no somos, y si hemos cometido ciertos errores, como entregarnos demasiado pronto, darlo todo sin pedir nada a cambio y este tipo de cosillas, con una vez nos vale, ya iremos con más cuidado las próximas veces.

 

Peeeero si es verdad que me he encontrado con que pensamos que como ya nos han hecho daño en nuestra más tierna infancia o juventud, se nos produce como una especie de hechizo protector que nos va a salvar para los restos de que nos hagan daño ¡Y no queridas no!

Por lo que cuando veo a mis amigas o en consulta mujeres de 30 y muchos en adelante, sufriendo por amor, las veo sufriendo al puro estilo ADOLESCENTE, y esto no quiere decir ni mucho menos que sean personas inmaduras, o que no hayan aprendido la lección de otras relaciones, no tiene nada que ver con eso.

Pero es que el amor, el enamoramiento más intenso, puede aparecer en cualquier momento de la vida, así de repente. Tú que te veías divorciada y con tres hijos y pensabas que eso ya no era para ti, que esa parte de tu vida ya estaba más que caducada, de repente un día se te cruza uno que te vuelve a hacer sentirte adolescente total.

Y sinceramente, no creo que haya absolutamente nada de malo en disfrutar de esas fases del amor, porque en muchos casos luego esas relaciones terminan siendo buenas relaciones sanas y estables, pero si es verdad que en ocasiones también pueden salir mal.

Entonces tú estabas ahí con tus 40 años viviendo un amor con la intensidad de cuando tenías 15 y de repente esa relación sale mal, pues lo normal es que la intensidad de esa ruptura también sea como cuando eras joven e inexperta, y te diré un secreto ¡No pasa nada!

Porque enamorarse una y mil veces es maravilloso, (a ver siempre entiendo que no te vas a tirar a los brazos del primer gilipollas tóxico que se te cruce claro está) y por tanto, no deberíamos tenerle tanto miedo. Y que sí te pueden romper el corazón y nada te hace estar a salvo de eso, pero de todo se sale como ya has aprendido.

Vivir las experiencias como cuando eras joven es maravilloso, aunque está claro que la experiencia siempre ayuda, y que muchos errores que cometías antes ya estas resabiada y sabes que ya no vas a cometer, pero en lo que amor se refiere, como se te cruce uno que te hace tilín, no hay más que hablar.

El único consejo que te puedo dar: vive tu drama pero no lo alargues más de lo necesario, en eso si que nos podemos aprovechar de la experiencia, porque todas esas veces que pensamos que nos moríamos de amor, al final vimos que lo superas más tarde o  más temprano, y que vuelves a la carga.

Disfrutar de ese enamoramiento es una de las cosas más intensas y divertidas que realmente experimentamos, por lo que no te sientas acomplejada ni diferente por tener una edad u otra, porque esto es PARA TODA LA VIDA.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja