El humor rancio de un todavía más rancio Iker Casillas.

En el día de hoy el ex portero Iker Casillas ha publicado en su cuenta de Twitter la siguiente joyita: ‘’Espero que me respeten: soy gay. #felizdomingo’’. 

Se intuye que lo más probable es que sea una ‘’broma’’ para que dejen de especular sobre su vida privada y amorosa, pues recientemente se le ha vinculado con la actriz Alejandra Onieva (hermana de Íñigo Onieva, ex de Tamara Falcó, y que al haber estado recientemente este en el candelero público ha colocado a su hermana también en el foco haciendo lo mismo consecuentemente con Iker Casillas).

Llevo un buen rato en shock dándole vueltas al asunto y de verdad que no consigo encontrarle la gracia a la broma. Me parece de un mal gusto y de un nivel de cuñadismo importante. Humor rancio y heterobásico donde lo haya. Más aún teniendo en cuenta que proviene de un personaje con una exposición y visibilidad pública enorme, al cual por uno u otro motivo sigue mucha gente de diversas edades y situaciones personales en las cuales puede influir. 

Todavía se entiende menos tratándose además de una persona que ha realizado campañas antibulling, y ¿qué es entonces esto ‘’señor’’ Casillas? ¿Es lícito hacer la broma fácil desde el privilegio de su posición mientras millones de personas en el mundo sufren en silencio? Personas que no pueden o no están preparadas para revelar su orientación sexual, por el motivo que sea, ¿de verdad tienen que aguantar este tipo de humor absurdo que les haga empequeñecerse todavía más si cabe?

Por no mencionar que es otra forma de dar alas a esas personas que realizan comentarios en su mismo tono, viéndose respaldados por este y por sus amiguetes. Como es el caso del ‘’señor’’ Carles Puyol (entre otros), ex jugador del F.C. Barcelona, que no ha tardado en sumarse a la broma contestándole lindeces como: ‘’Es el momento de contar lo nuestro, Iker’’. Esta camaradería que ellos entienden como broma y que consideran lícita hasta el punto de no tener ni vergüenza de hacerlo públicamente.

Como no podía ser de otra manera todo el mundo se le ha echado encima a los pocos segundos de publicar  y no le ha quedado más remedio que borrar el mencionado tweet. Ya no digo de retractarse en sus declaraciones porque seguramente todavía continúe riéndose para si con esa homofobia disfrazada de humor.

Habrá quien, como él, lo tome como una simple broma que no hace daño a nadie, pero no, no todo es lícito y más aún cuando es algo que puede vulnerar a tantas y tantas personas a nivel mundial. 

A veces pienso en cuanta gente mediáticamente pública estaría más guapa con un buen esparadrapo en la boca. Véase aquí un magnífico ejemplo. No olvidemos que la libertad de expresión acaba donde se vulnera la libertad de los demás.

 

N.

 

Actualización: el propio Iker ha salido por la única vía que podía salir llegados a este punto, decir que le han hackeado la cuenta. ¿Nos lo creemos?