El día de la madre, además de ser una festividad que los grandes almacenes aprovechan para doblar sus ventas, es al parecer, un buen momento para demostrar que aún tenemos mucho que cambiar en nuestra sociedad.

El otro día en Twitter, varias personas colgaban y compartían esta foto de los grandes almacenes Alcampo. 

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Al ver esta foto sólo hay una reacción posible; la indignación. Cuando alcanzas una conciencia feminista, empiezan a saltarte las alarmas por todo, por  tus comportamientos, por los de tu entorno y por los mensajes que transmiten los massmedia, es un proceso de revisión constante que no tiene fin. Pero es que esta técnica publicitaria de Alcampo lleva alarmas incorporadas y  hasta luces de neón que dicen: esto es sexista.

Analicemos la fotografía:

1- Un cartel rosáceo (como no podía ser de otro modo) con el siguiente texto incorporado: ‘El día de la madre’. Esta es la manera que tienen los grandes almacenes de doblar las ventas: generar un evento importante, lo enlazan con alguna obligación social: querer a tu madre, novio o padre y , así, obtienes una multiplicación de las ventas. Porque claro, ¿cómo vas a mostrar afecto a alguien sin el capitalismo de por medio? Vamos a ver, los almacenes Alcampo sólo señalan los productos con un cartel gigante,  para dirigir la mirada y atención a lo que quieres vender. ¡Si lo único que están haciendo es ayudar al pobre hijo/a (consumidor) perdido en busca de la aprobación materna vía regalo (sexista)!

2- Los regalos. El lote de maravillosos presentes que muestra Alcampo podría salir directamente de la publicidad machista de los años 50-60:

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Cuando vemos estos anuncios, todos nos escandalizamos y nos damos una palmadita en la espalda y decimos, orgullosos:  ¡cuánto hemos cambiado! Pues resulta que no, hay miles de anuncios como los de Axe, los anuncios sobre la depilación y también los anuncios del día de la madre que demuestran que sólo estamos en el principio del camino de eso que llamamos ‘la noción radical de que las mujeres somos personas’.

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Otra cuenta, @LaVozdeLarra, alertaba sobre otra clase de sexismo en la mercadotecnia  dirigida al día de la madre:

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Aquí no reducen el papel de madre y mujer a la tareas domésticas de una manera clara y directa. Lo hacen a través de la lectura. Los libros que recomiendan en esta sección son de cocina, para hacer deporte y cuidarse,  porque eso es lo que tenemos que hacer y sólo eso. @srtagalicia, activista y feminista, ofrece este sencillo consejo para no fallar en la elección de tu  regalo del día de la madre:

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¿Qué subyace en todo esto?

Las mujeres cuando nos convertimos en madres parece que perdemos cualquier otra dimensión de nuestro ser, de golpe, ya sólo se nos percibe como una madre y se nos juzga como tal: buena o mala madre. Nuestros intereses individuales, nuestra necesidad de seguir evolucionando, aprendiendo y participando de la vida social como hasta el periodo anterior a la maternidad, parece que quedan en un segundo plano o desparecen. El mensaje que se nos transmite es que  ahora sólo importa ser una buena cuidadora. ¿Quiero decir que las madres no quieran o cuiden a sus hijos/as? Rotundamente no, pero las madres no son mujeres con una sólo dimensión, son seres, como cualquier otros, con una identidad completa y llena de matices que no tienen que  desaparecer con la etiqueta de ‘ser madre’.

Brigitte Vasallo define muy bien esta situación en Píkara Magazine:

Desde una vivencia feminista, desocupada la categoría “madre”, tener hijxs incluye un compromiso de crianza, de cuidados de unos seres para la comunidad. Pero la comunidad no parece muy dispuesta a permitir que algunas tengamos hijxs sin convertirnos en madres. No solo la manera en que se nos define y cataloga, sino las prácticas cotidianas parecen obligarnos a escoger entre ser mujeres o ser madres. “Cuando le digo a la gente que canto en un grupo punk” – explica Yoli Rozas, vocalista de Las niñas de Rajoy – “enseguida se sorprenden y me preguntan ¿pero tú no eres madre?”

Otro tema que subyace es que las mujeres, las madres, tienen que cuidar a sus hijos y que el peso de la educación y otros cuidados recae en exclusividad en la mujer. Lo mismo ocurre con las tareas del hogar, parece que  en el ámbito doméstico tampoco conseguimos alcanzar esa igualdad. El reparto equitativo de tareas en parejas heterosexuales, parece una meta aún lejana. Locas del Coño, un blog colaborativo feminista, realiza una guía para el reparto de las tareas domésticas  con unos cuantos consejos para corregir, por fin, esta desigualdad.

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En definitiva, el día de la madre, es una muestra más de que aún nos queda mucho por lo que luchar en esta sociedad. Laura Freixas, resume en Twitter lo que realmente queremos el día de la madre:
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