Cuando estaba soltera deseaba demasiado tener a alguien. Alguien con quien ir al cine, a un nuevo restaurante, al museo, a viajar… Yo tenía mil planes en mente y solo quería alguien con quien hacerlos. Yo no quería estar soltera. 

No es que no tuviera amigas para hacer esos planes, pero cada una tenía su vida. Además, hacer un plan en grupo conllevaba 6 doodles, 4 discusiones por whatsapp, 2 cancelaciones de última hora, 1 pelea bestial por esas cancelaciones y el sacrificio de un unicornio verde – vale, la última no, pero pilláis la idea. 

Hace poco escuché un podcast que me marcó. Una mujer hablaba de cómo, una vez a la semana, salía consigo misma. Ella sola. Tal y como había hecho con su anterior pareja, pero sin nadie. De hecho, le gustó tanto que, incluso cuando conoció al que es ahora su marido, siguió haciéndolo. Darse ese tiempo para ella misma le permitió conocerse mejor y descubrir que no necesitaba a otra persona para ser feliz. 

Todas hemos salido solas muchas veces. Pero el arte de salir contigo misma es un poco más complejo. Para empezar, debes planear el día y la hora con antelación y honrarlo tanto como honrarías una cita con tu churri. Tienes que ser puntual, elegir el plan antes de la cita (incluso si es el de “cita espontánea”), vestirte acorde al plan para sentirte guapa y preparada (con selfie en el espejo incluido) y estar dispuesta a disfrutarlo. 

¿Te animas? Pues aquí tienes varios planes que te servirán para dominar el arte de salir contigo misma. 

Vete de Compras: Empezamos fácil, porque ésta seguro que ya la has hecho. Ir de compras sola es algo que una inmensa mayoría disfrutamos haciendo. No tener que esperar a nadie o recibir opiniones indeseadas son un plus en un 90% de los casos. Además, ¡no tienes que ir a comprar ropa! Puedes ir a papelerías, a tiendas de decoración…A lo que tu quieras. Tampoco tienes que comprar nada. Puedes probarte cosas, hacerte fotos en los probadores, parar para tomarte un smoothie, etc. 

Prepárate una noche en casa: Este es una de mis favoritas, pero es muy importante que no sea una noche como todas las demás. Prepara cada detalle minuciosamente. Selecciona la comida que vas a pedir o hacerte – yo soy partidaria de ir al supermercado como parte de la cita y comprar mis comidas favoritas. Elige la película que vas a ver. E incluso deberías elegir el juguete erótico con el que vas a terminar la noche…

Págate un masaje relajante: ¿Qué mejor cita que esta? Esto es otra cosa que solemos hacer solas, pero cuando lo preparas todo solo para ti, se disfruta aún más. ¿Quién necesita terminar una cita con un polvo si te van a dejar llena de otro tipo de placer? 

Sal a cenar por ahí: ¿Qué te apetece? ¿Mcdonalds? ¿Un restaurante de sushi nuevo? Da igual porque no te tienes que poner de acuerdo con nadie, solo contigo misma. Como le pasó a Rachel Green en ese episodio de Friends…Comer sola puede ser una auténtica maravilla. Puedes sentarte a pensar, a observar discretamente a la gente a tu alrededor e imaginarte qué tipo de vida tendrán, puedes traerte un libro o una revista, o mirar tu móvil. Da igual. Aquí mandas tú. 

Sé una turista en tu propia ciudad: Ve a TripAdvisor y descubre qué cosas hacen los turistas en tu ciudad. Si hay alguna que no hayas hecho: ¡hazla! Y tú solita. Es una pena cuando los turistas conocen cosas de nuestras ciudades que nosotros no. 

Mira los eventos gratis de tu ciudad: Si vives en o cerca de una ciudad grande, tendrán eventos gratis diarios que muchas veces son una maravilla. ¡Aprovéchalos! 

Ve al cine o al teatro: ¿Te da vergüencita ir al cine sola? Te entiendo. Me acuerdo la primera vez que fui y me daba pánico que alguien que me conociera me viera allí sola. No dejaba de pensar en qué pensarían de mí. Ahora lo pienso y me parece una soberana tontería. Si disfrutamos de series y películas solas todo el tiempo, ¿por qué no íbamos a ir al cine solas? Elige tu película o obra de teatro, píllate la entrada y disfruta. 

Participa en una cita espontánea: Elige un lugar donde sepas que hay bastante calles y al que puedas llegar fácilmente. El centro histórico de una ciudad sería idea. Pon el mapa en tu ordenador y, con los ojos cerrados, pon tu dedo índice sobre la pantalla. Coge una moneda y vete para el sitio que hayas indicado en el mapa. Cuando llegues, tira la moneda. Cara es derecha, Cruz es izquierda. Tira la moneda cada vez que llegues al final de una calle. Hazlo diez veces, pero parándote siempre que quieras o veas algún sitio en el que te apetece estar. Cuando hayas tirado la moneda diez veces, tu cita ha acabado. 

Viaja: Y, para terminar, mi favorito…  Empezaré diciendo que hay varios maravillosos grupos de mujeres viajeras en Facebook donde podrás encontrar muchos consejos e incluso gente que vaya a estar en el mismo lugar que tú. Esto esta genial por si quieres ir a algún sitio de noche o de fiesta, pero… ¿Durante el día? Te toca disfrutar de ti y solo de ti. Ve donde te apetezca, descansa cuando te apetezca, come donde y cuando te apetezca. Y mi truco favorito para no aburrirte: píllate una cámara y haz miles de fotos. Como si fueras una artista bohemia. Si no eres de fotos, pero sabes pintar, podrías llevarte papel y lápiz y dibujar lo que ves…O escribir sobre ello. Créeme, te lo pasarás genial. 

Y así, mil planes más. Porque, al final, ¿quién te va a hacer mejor compañía que tú misma? ¿Qué otros planes de citas con vosotras mismas se os ocurren?

 

Pilar Rodríguez Mata