LA NUEVA TENDENCIA EN MAQUILLAJE PARA TENER UNOS LABIOS COMO SALCHICHAS DE BOLONIA SE HACE VIRAL.
Sí, queridas amigas. Y es que, no es una novedad que la moda de tener unos morros como longanizas frescas, haya hecho que muchas mujeres se sometan a intervenciones y retoques estéticos de lo más variopinto para conseguir ese ansiado aumento del volumen labial.
Pero esta tendencia se está convirtiendo en tal obsesión que no sólo se limita a la medicina estética, sino que ha conseguido, además, acaparar todo el protagonismo en el mundillo del maquillaje.
Si echáis un vistazo en TikTok, por ejemplo, veréis centenares de tutoriales sobre cómo conseguir unas bembas como morcillas de Burgos en menos de dos minutos y con tan sólo un par de correcciones. Estas técnicas, que han llamado “over lip”, “gym lips” y “oval lips”, consisten básicamente en perfilar los labios por fuera de la línea natural de los tuyos, rellenarlos con una barra de labios y rematar la obra maestra con un gloss, haciendo con todo ello que tu boca luzca cual tomate reventón.
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Y oye, estamos de acuerdo en que, todo lo que hagamos para estar a gusto y felices con nosotras mismas, es fenomenal, pero es que la cosa ya se está saliendo un pelín del tiesto ¿no creéis?
Una cosa es querer aumentar tus labios para verte divina de la muerte y otra muy distinta es que la moda nos imponga el mismo tipo de boca a todas, sin importar cómo sean tus rasgos faciales o la forma de tu labio. Hombre, no… ¡eso no!
Cada vez que salgo a la calle, no dejo de ver chicas con los morros idénticos a los de las princesas Disney más actuales (¿tendrán ellas la culpa?), redondos por arriba y por abajo, sin arco de cupido. Todas igualitas, como si acabaran de salir de la fábrica donde las han ido haciendo en serie. Y si me paro a charlar con alguna conocida que los lleva así, no puedo dejar de mirarle la boca de manera hipnótica, preguntándome donde empieza y termina su labio de arriba ya que, en medio de ese pedazo de círculo color “nude”, se marca una línea con relieve un tanto confusa que corresponde a su labio y, a su vez, hay otro contorno perfilado y sin relieve un centímetro más arriba. ¡pero, ¿qué coñ…?!
Es como si observaras esa imagen en donde tienes que adivinar si el caballo camina para adelante o para atrás o si la bailarina gira hacia la derecha o hacia la izquierda. Y si encima llevan gloss, doble alucine, porque parece que esté viendo una pegatina de esas de nuestra infancia en las que el dibujo cambiaba de posición cuando la movías suavemente. Más de una vez me he perdido en la conversación quedándome empanada con esa pajilla mental, imaginaos el apuro.
Lo primero es que ese tipo de labios les sentarán divinamente a personas cuyos rasgos faciales encajen con esa morrera, pero no a todas por igual como esta tendencia nos quiere hacer ver. Habrá quien tras ponérselos así quede igual que si hubiera metido la boca en el tubo de un aspirador durante 5 minutos.
Y lo segundo es que, una cosa es hacerse una corrección súper apañada donde aumentes tu labio levemente perfilando justo por encima, a ras del tuyo, y otra muy distinta, perfilártelos hasta prácticamente llegar a los orificios nasales como he visto en algunos tutoriales ¡Válgame el Señor! No nos engañemos, Mari, esa corrección se nota…se nota mucho. ¿Dónde quedó esa frase tan popular de “menos es más”?
Ahora bien. Si a ti te gustan esas correcciones, este tipo de labios y te sale del parral llevarlos así, pues de mil amores, ¡no te cortes!, porque cada uno tiene derecho a ser feliz como mejor le plazca ¡faltaría más! No debemos olvidar eso nunca. Tolerancia y mucho respeto, ante todo, señores.
