Le conocí por Badoo hace 8 años. En aquella época yo tenía 22 años y muy poca experiencia con los chicos, pero muchas ganas de tenerla. Empecé a navegar por las webs de contactos para conocer gente y un día él me saludó.
Lo cierto es que a primera impresión no me llamó la atención y pasé bastante (¿el instinto quizá?), pero él siguió insistiendo en saludarme y acabé hablando con él. Entre charla y charla acabamos quedando en su casa para «desayunar» y conocernos (qué inocente yo…fui sin desayunar xD). Llegué a su piso y cuál fue mi sorpresa que me abre la puerta un tío espectacular de 28 años. Tengo que admitir que se me caía la baba, no sé por qué en sus fotos de perfil no me pareció tan atractivo. Tenía un pisazo en el Eixample precioso y él tenía pinta por su manera de vestir y de actuar de ser un tipo acomodado. Me contó que era modelo, me enseñó sus fotos con más «gente del mundillo» mientras me hacía sentar en su regazo. Me enseñó su book de fotos e incluso me dio un folleto promocional con sus fotos de trabajo de la agencia View Management (de hecho, parece ser que es el único trabajo de verdad que ha tenido y le duró muy poco) «Toma, quedátelo, tengo más» me dijo, pensé que trataba de impresionarme pero resultaba un poco egocéntrico.
 Estuvimos charlando bastante rato mientras tomábamos vino y escuchábamos música de fondo, me hizo sentir muy cómoda. Finalmente acabamos por besarnos y empezamos a «ponernos íntimos», él se quitó la camisa y se tumbó encima mío pero todo fueron preliminares. Noté como su miembro se ponía erecto y sentí ganas de llegar a más con él pero de repente paró. Se levantó y, básicamente empezó a dar por terminada la cita aunque estaba claramente empalmado. «¿Por qué no seguimos?» le pregunté perpleja. Sólo recuerdo que me contestó algo como «bufff… pero mira como me tienes» refiriéndose a su erección pero no quiso seguir. Me despidió y al salir de su casa me mandó un sms que decía algo así como «me lo he pasado muy bien, espero que nos volvamos a ver pronto». Jamás entendí lo que pasó… hasta ahora (por lo visto tiene una adicción tan grande que es prácticamente impotente y necesita viagra para poder cumplir).
A partir de ese momento su rollo era en plan «viajo mucho por trabajo». De vez en cuando hablábamos pero su manera de actuar era a lo mejor dejar una conversación a medias y desaparecer durante semanas o meses como de repente aparecer como si nada y querer quedar ya, en el mismo día. Un día de verano del año siguiente (lo conocí en octubre- noviembre), cuando estaba en una de sus fases de desaparecido y hacía mucho que no hablábamos, yo estaba durmiendo y como sobre las 3 de la madrugada recibo un sms suyo. Quería quedar, creo que ni me saludó, me lo soltó directamente. Le dije que estaba loco y que cómo íbamos a quedar a esas horas y viviendo yo en casa de mi madre. Estuvimos hablando un rato y al final me convenció, «qué coño!» pensé «sabes que te mueres por quedar». Me duché y vestí en silencio mientras él venía a recogerme, quedé en unas calles más alejadas de mi casa, apareció con un cochazo deportivo negro (no entiendo de coches, sólo recuerdo que ponía «Focus» en un lado), me subí y nos fuimos. Durante el trayecto me pidió 10€, yo la verdad es que estaba un poco en estado de shock por lo surrealista de la situación, porque era nueva en todo eso y porque eran cerca de las 5am y mi cabeza trataba de asimilar todo aquello, así que se los di. Sólo sé que hablamos de tonterías, me preguntó si estaba más delgada, le dije que sí y me dijo «bueno, me gustabas más antes» pero empezó a acariciarme la mano, luego la pierna… y después dijo «aunque las tetas las tienes más grandes» mientras me cogía una.
«¿Te importa si paro un momento en casa de un amigo? Me tiene que dar una cosa» dijo mientras entraba en un barrio con muy mala pinta, aparcó, se bajó del coche y fue a picar a una puerta de donde apareció un chico joven y delgado pero no recuerdo mucho de aquello. Sólo recuerdo que saltaron mis alarmas, empezaron a pasar por mi cabeza un millón de situaciones que podían darse en aquel momento y lo cierto, es que pedí en silencio que no me pasara nada mientras ellos dos hablaban. Por suerte, no tardó mucho y volvió al coche, solo.
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Me llevó a su casa y, mientras esperábamos el ascensor, me dio un abrazo supongo que observando que yo estaba nerviosa. Entramos, de nuevo pone música en la TV de algún canal de videclips y nos sentamos en el sofá. En ese momento veo que se saca una bolsita de algún polvo blanco y una cucharita muy pequeña, coge un poco y lo esnifa. «¡DIOS MÍO, ESTÁ ESNIFANDO COCA!» pensé para mis adentros, no podía salir de mi asombro. Claro, el chico al que había ido a ver debía ser un camello y los 10€ fueron para pagarle.
 
De repente me sentí en una encrucijada, eso no molaba nada pero ya estaba allí, a las 5am, en su piso y lo cierto, es que tenía muchas ganas de hacerlo, quería perder mi virginidad, buscaba experiencias y él me atraía. Pensé que podía tirar para adelante con ello y después no tener por qué volver a verlo. Al fin y al cabo él no me había dado pie a nada que pudiera significar una relación y yo tampoco veía viable estar con un tío que viajaba tanto y mucho menos si se metía coca.
Lo cierto es que el sexo estuvo, en general, muy bien para ser mi primera vez. Estuvimos 3 horas casi sin parar. Pero de nuevo fue un capullo cuando vi que tuve que convencerlo para ponerse un condón que había tenido la buena cabeza de traer, por supuesto. Yo me negaba a hacerlo sin ponérselo y, aunque se resistió, e intentó «colarmela» nunca mejor dicho…al final se lo puso. Por supuesto me tuve que volver a pata.
Después de aquello él volvió al mismo modus operandi y yo empecé a contactar con otros chicos. Lo cierto es que me dijo de quedar varias veces pero al final le mandé a la mierda.
Al cabo de cuatro años de romper la conexión con él, volví a verlo en otra web de contactos, esta vez fue en POF. Yo estaba en una época de «sequía» y sin contacto en aquel momento con nadie más, pensé que como el sexo había sido bueno podíamos volver a quedar, así que empezamos a hablar de nuevo. Intenté ver qué vida llevaba entonces, si lo de la coca había sido algo puntual…Porque lo cierto es que no me hacía ni puta gracia. El caso es que por lo que vi, había cambiado de trabajo y ahora era vendedor de coches de lujo (o eso decía) pero seguía siendo el mismo capullo.
Un día, al poco de haber vuelto a contactar, me escribe pidiéndome ayuda. Me dice que tiene una emergencia muy grave, que se ha quedado tirado en el aeropuerto de Madrid, que no le funcionan las tarjetas, sus padres están en el extranjero y sus amigos no le cogen el teléfono. Me pide dinero, 400€ al principio, yo me reí y le contesté que no tenía ese dinero, y que aunque lo tuviese no se lo iba a dar porque no me fiaba de él. Después baja y me pide 200€, le dije que no podía creer que no hubiera alguien más cercano a él con el que pudiera contactar (al fin y al cabo yo solo había sido un rollo), me dice que no, que ninguno le coge el teléfono y que necesita ayuda YA.
Al día siguiente le pregunté si había salido de aquello y me dijo que no, que seguía en el aeropuerto. Empecé a sentir dudas, a sentirme un poco culpable y decidí pasarle ese dinero aunque algo me decía que no lo hiciera porque no volvería a verlo. Tengo que decir que yo en aquella época ganaba unos 400€/mes, con la crisis era muy difícil encontrar trabajo y lo que encontraba sólo eran trabajos puntuales o media jornada, así que básicamente le pasé parte de lo que había podido ahorrar a duras penas y con mucho esfuerzo, y él lo sabía.
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«Dame alguna prueba, algo para saber que dices la verdad» le dije. «Vale, síiii, lo que quieras! te paso mi DNI, mi pasaporte, lo que quieras!» dijo él, «vale, pues pasame tu DNI» (no me servía como prueba de que dijera la verdad pero por lo menos podría demostrar quién me había engañado si era mentira).
Efectivamente le pasé el dinero y desapareció. Le fui a denunciar sintiéndome totalmente estúpida y sin contarle nada a mi familia por vergüenza, durante la denuncia en la policía no paré de llorar.
Se hizo un juicio por faltas al cabo de poco en el que ni se dignó a aparecer. Gané y lo último que supe es que estaban intentando localizarlo para notificarle la sentencia del juicio a mi favor.  Y ahora, cuál es mi sorpresa cuando lo veo por las noticias como un estafador profesional en busca y captura, con las mismas fotos que él me había enseñado y que aún conservaba.
Por supuesto mi historia es insignificante en comparación con las historias de las chicas que lo han conocido después y a las que ha timado mucho, muchísimo más dinero. También estafa a hombres (por wallapop, Milanuncios, etc.)
Gracias por el apoyo.