¿Qué hay mejor para una tarde aburrida en casa que disfrutar de una buena película de Star Wars? Enciendes Disney+, te preparas unas buenas palomitas y decides ponerte el Episodio VIII: Los Últimos Jedi. Rey, defensora de la Resistencia, parte hacia el país de Ahch-To, formado por unas islas montañosas espectaculares donde se encontrará con el maestro Luke Skywalker.  Si eres una verdadera fan y controlas la fuerza como una verdadera Jedi, estamos de enhorabuena: ¡Ahch-To existe y lo puedes visitar!

Sin embargo, Ahch-To no es su verdadero nombre, ni es un país, ni podrás ir en el Halcón Milenario, pero os aseguro que este viaje os marcará más que la aparición de Baby Yoda. Estas islas se sitúan en el condado de Kerry (Irlanda) y reciben el nombre de Skellig Michael y Small Skellig, su historia es realmente fascinante y no extraña nada que pensasen en este lugar como escenario de una de las sagas más seguidas de todos los tiempos.

Los cientos de escalones que tuvo que subir Rey hasta llegar a la aldea, junto con las chozas donde vivía el mismísimo Luke, fueron creadas alrededor del año 500 D.C con el fin de acoger un monasterio, por lo que te aseguramos que el paisaje que puedes ver en pantalla no sólo es real, sino que supera cualquier estudio de cine; de hecho, son cientos las historias que se respiran entre estas dos islas: vikingos, piratas, saqueos e incluso leyendas mitológicas. ¡Pero aún hay más!

 

¿Recuerdas a los Porgs? Eran esos pájaros tan entrañables que aparecían en la isla de vez en cuando y que te hacían morir de amor. No podemos decir que sean reales, más que nada porque los de verdad… ¡Son más bonitos todavía! Los Puffins, o Frailecillos en español, no son pájaros fantásticos, de hecho son bastante comunes en zonas frías. Su pequeño tamaño y su peculiar pico rojizo hacen de ellos una razón más por la que visitar este lugar que es, cuanto menos, mágico. 

Para acceder a este pasaje de película puedes hospedarte en localidades como Portmagee, Valentia o Ballenskelligs, verdaderos pueblos de ensueño que harán de tu visita una experiencia única. Así que ya sabes qué hacer cuando podamos volver a viajar y recorrer mundo: Busca a tu propio maestro Jedi, entrénate para subir los más de 400 escalones ¡Y que la fuerza te acompañe!

 

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María Merino