He sido mamá recientemente, mi bebé acaba de cumplir dos meses, mi marido y yo estamos actualmente de baja de paternidad y maternidad, respectivamente. Oye pues que a la gente le ha dado por decirnos que vaya suerte tenemos, que estamos de vacaciones. A mí se me hincha la vena de la frente cada vez que escucho comentarios de ese tipo, y os aseguro que son bastante habituales. Ya he contestado mal a alguna que otra vecina ante comentarios de ese tipo y encima se ofenden. Además, es que siempre son las mismas las que dicen esas cosas, la típica soñara que a penas nos conoces de nada y de todo tiene que opinar. Yo os juro que a la próxima que me diga que estoy de vacaciones la mando cerca…

Vaya suerte ahora tener un hijo, 4 meses en casa sin hacer nada…

¿Sin hacer nada con un bebé recién nacido? Señora, no duermo por las noches, no tengo tiempo para ducharme ni para comer, tengo el toto lleno de puntos, los pezones en carne viva y un ser humano pegado a mí 24/7. ¡Le aseguro que esto no son unas vacaciones! Y quien piense que estoy sin hacer nada es porque no ha sido madre.

El postparto puede ser una de la etapas más duras en la vida de una mujer. Estás dolorida, con una raja en la tripa si ha sido cesárea o bien con el chichi lleno de puntos que no puedes ni sentarte, con las hormonas revolucionadas, y encima te tienes que encargar de una personita que acaba de salir de ti y que está totalmente indefensa en el mundo. Y como encima no seas mamá primeriza, que tengas algún otro retoño que atender, ya si que de vacaciones más bien poco.

 

“Estoy deseando dar a luz para poder dormir”. Pues no mi ciela.

Lo reconozco, yo era de esas que hacían ese tipo de afirmaciones. Tenía un barrigón enorme, estaba incómoda en cualquier postura y durante los últimos tres meses de embarazo me invadió el insomnio. Pensaba que cuando tuviera a mi bebé por fin podría dormir boca abajo. Y si, volví a dormir boca abajo, al menos durante unos minutos, a veces una hora, porque los primeros meses de vida de tu pequeño milagro eso es lo que vas a dormir. El bebé se despierta, en el mejor de los casos, cada dos o tres horas para comer, y ya te digo yo que entre que termina de comer, lo duermes, te consigues dormir tú y se vuelve a despertar, igual has dormido una hora. Y repito, en el mejor de los casos, porque hay bebés que solo se duermen en brazos, lo que te dejará a ti muy poco margen de comodidad para dormir.

“A ver si me dan ya la baja en mi trabajo y puedo disfrutar de mi embarazo y de mi bebé”

Típica frase de mamá primeriza que aún no sabe lo que de le viene encima. Si te dan la baja en el trabajo hacia la mitad de tu embarazo, o bien tienes un trabajo muy duro físicamente o bien has tenido algún problema en el embarazo, por lo que disfrutar de tu estado de buena esperanza no va a ser fácil. Pero si tienes un trabajo tipo oficina, olvídate de coger la baja hasta que casi esté el niño asomando la coronilla por tu vagina.

¿Y del bebé disfrutaré? Por supuesto, ser madre es una de las cosas más bonitas que vivirás, pero también de las más duras. Desde luego estar de baja tras dar a luz no serán para nada unas vacaciones. Puede que, hacia el final de tu baja, cuando el bebé tenga ya casi 4 meses, duerma mejor por las noches y empiece a hacer monerías, porque al principio solo duermen, comen y caga, en ese momento, cuando estés disfrutando de tu pequeño, llegará la hora de incorporarte al trabajo otra vez.

En definitiva, que estar cuidando de tu bebé recién nacido no es estar de vacaciones. Y a quien me vuelva a hacer ese comentario… pues respiraré profundamente, le sonreiré, le diré “Si, de vacaciones, ¡je, je!” y seguiré con mi rutina, porque no voy a permitir que me afecte lo que me pueda decir una señora casi desconocida que no sabe nada de mi vida.