Estoy reproduciendo con mis hijos los mismos patrones que mi madre conmigo

 

Mi madre fue la mejor madre que supo ser y jamás se me ha ocurrido reprocharle nada.

Sé que criarnos a mí hermano y a mí en sus circunstancias no debió ser nada fácil. Siempre lo he sospechado, pero también es cierto que hasta que no he sido madre, no fui consciente de lo complicado que lo tuvo la mía.

Ahora sé a lo que tuvo que renunciar por nosotros, lo sola que estaba, lo valiente que fue y todos los esfuerzos que tuvo que hacer.

Sin embargo, mi propia maternidad también me ha hecho ver con más facilidad los errores que cometió. Los veo con tanta claridad porque estoy reproduciendo con mis hijos los mismos patrones que mi madre conmigo.

Y me odio por ello.

Estoy reproduciendo con mis hijos los mismos patrones que mi madre conmigo
Foto de Pavel Danilyuk en Pexels

Me odio porque muchos de esos errores me hicieron mucho daño. Porque influyeron en mi personalidad, porque afectaron a mi autoestima. Porque, como adulta, sigo arrastrando las secuelas de aquellos comportamientos de ella para conmigo y con mi hermano. Como decía antes, sé que siempre me ha querido de forma incondicional, pero eso no impidió que se portara de formas un tanto tóxicas, por utilizar ese término que parece estar de moda.

Así que, cada vez que me veo repitiéndolos con mis niños, me pudro un poco por dentro.

Me duele muchísimo darme cuenta de que tengo actitudes que gritan a los cuatro vientos que ahora la tóxica soy yo.

Me pregunto si de verdad estamos condenados a repetir los errores de nuestros padres. ¿No hay forma de evitarlo?

A veces creo que no, que no se puede.

 

Estoy reproduciendo con mis hijos los mismos patrones que mi madre conmigo

 

Porque yo soy muy consciente de las cagadas que cometo. Lo malo es que solo cuando ya lo he hecho. Cuando ya les he gritado, cuando ya les he reprochado algo de lo que no tienen ninguna culpa. Cuando ya he descargado mi frustración con ellos, porque son los que pasaban por ahí. Es horrible, me hace sentir un puto monstruo.

Me prometo una y otra vez que no va a volver a ocurrir y todo va bien hasta que, de pronto, ya no. Lo he hecho de nuevo.

Y vuelta a empezar.

Es una espiral de la que no soy capaz de salir.

Estoy reproduciendo con mis hijos los mismos patrones que mi madre conmigo
Foto de Gustavo Fring en Pexels

Lo único que he logrado, con el tiempo, ha sido detectar antes esos comportamientos. Los veo inmediatamente después de haber cometido ese tipo de actos. Casi podría decir que los siento mientras lo estoy haciendo, pero no los puedo parar. Es como que me salgo de mi cuerpo, me observo mientras me porto como la peor madre del mundo, y vuelvo a entrar en mis carnes para saborear el remordimiento.

¿Alguien más se siente así? ¿Ha conseguido parar?

Yo sigo intentándolo cada día y culpándome por ello cuando no lo consigo.

Deseando lograrlo con toda mi alma, rezando para no causarles un daño permanente a mis hijos y para que ellos puedan romper el círculo si algún día son padres.

 

Anónimo

 

Envíanos tus dramamás a [email protected]

 

Imagen destacada