A pesar de tener tanto detractores como admiradores, Lena Durham, creadora de la serie Girls (disponible en HBO España) ha decidido dar por terminada la serie que la convirtió en niña prodigio de cara al mundo. Tras seis temporadas, la creadora y protagonista de la serie nos deja huérfanas y desorientadas. ¿Qué haremos ahora sin nuestra dosis semanal de egocentrismo, inseguridades, pequeños triunfos y autodestrucción en New York?
No sé a vosotras, pero muchas de las cosas que cuenta la serie a mí me han pasado, en versión cutre y menos cuqui, pero la cuestión es que todas podemos convertirnos en sus protagonistas en determinados momentos. Es por eso que las adoramos tantísimo hasta que de repente las volvemos a odiar.
(A ti te pasa lo mismo, pero con calimocho)
A través de sus personajes hemos aprendido que podemos odiarnos a nosotras mismas al vernos reflejados en ellas. Pero este es solo uno de los motivos por los que se ha convertido en una de las mejores series de los últimos años. No solo es te que te reconozcas en alguno de sus personajes, es que sabes que has sido todas ellas, que dependiendo del momento has podido ser Jessa o Marnie.
Si miramos a través del personaje de Hanna, el espejo nos devuelve los trapos sucios de nuestra generación… pero como nos gusta hurgar en ellos y recrearnos en nuestras miseria, nos va el masoquismo existencial, ¿qué le vamos a hacer?
Pero no solo de Girls se alimenta nuestro ego, y la deriva que nuestra generación arrastra de manera indefinida necesita más productos culturales para saciar su sed. Por eso os traemos otras series capaces de tocar temas similares desde una perspectiva distinta. Otros géneros y formatos en los que también os vais a ver reflejados. Si algo tienen en común es la calidad y originalidad que cada una de ellas aporta al producto final. A continuación os traemos una muestra de lo mejorcito:
Broad City (2014 – actualidad)
La versión más gamberra, cruda y divertida de Girls. También nos traslada a Nueva York para mostrarnos el día a día de dos amigas, cuya máxima prioridad es salir de fiesta y colocarse. Se trata de una de mis series favoritas por cómo muestra a sus personajes, sin ningún tipo de remilgos, ya sea de resaca, en pijama o cagando (¡sí, cagando!) y no pasa nada. Sus protagonistas Ilana y Abbi también son las creadoras de la serie, que está basada en su relación de amistad en la vida real. Su capacidad para reírse de ellas mismas y crear las situaciones más surrealistas me hace desear que no dejen de hacer cosas cosas tan bizarras como esta serie jamás de los jamases.
Please like me (2013 – 2016)
Esta serie australiana nos cuenta la vida de Josh, un joven que decide aceptar que es gay cuando su novia Claire lo deja. Acompañamos al protagonista en el proceso de aceptación de su sexualidad, mientras trata de descubrir cuál es su papel en un mundo que se desmorona. Lo acompañan su mejor amigo, compañero de piso, y adicto al sexo Tom, su madre depresiva a la que tiene que cuidar y su padre viviendo una segunda juventud con su nueva novia. Lo que hace a “Please like me” tan especial es el toque de humor y cinismo que logra transmitir a la hora de tocar temas tan serios como enfermedades mentales, problemas de autoestima o relaciones amorosas poco convencionales. Esta serie también está protagonizada y co-dirigida por su creador, el joven cómico y actor Josh Thomas, un chico que promete, mejor no perderle la pista.
Master of None (2015 – actualidad)
Por ahora solo lleva una temporada, pero las idas y venidas de Dev, un actor de ascendencia india al que solo llaman para hacer anuncios, ya nos han hecho reír como pocos. La serie nos muestra las dificultades que el protagonista tratando de hacerse un hueco en el duro mundo de la interpretación y rallando hasta el absurdo en su obsesión por retrasar al máximo el momento de entrar en el mundo adulto. Lo acompañan sus amigos, unos personajes que le dan un zas en toda la boca a cualquier cliché, son divertidos, espontáneos y totalmente auténticos. Ah, y su protagonista Aziz Ansari, es también el co-creador de esta maravilla.
Lovesick (2014 – actualidad)
Dylan es diagnosticado de clamidia tras hacerse un test de enfermedades de transmisión sexual por lo que decide contactar a todas sus parejas sexuales para informarlas de la noticia. A través de flashbacks y saltos en el tiempo, la serie muestra la desesperada búsqueda del amor de su protagonista y sus problemas emocionales, en los que más de uno podrá verse identificado. Al final el pobre Dylan solo quiere que le quieran, le vemos aferrarse a todo tipo de relaciones sin futuro por miedo a acabar solo.
