Se me cae el pelo sin parar después del parto

Siempre me ha encantado el pelo largo, y siendo yo persona de pelo fino, me ha costado conseguir una longitud aceptable. Llegaba un momento en que se me partía solo, se me hacía como un escalonado natural sin yo querer nada de eso y acababa con una eterna medida sin crecer, daba igual que me pusiera lo que me pusiera que nada, años y años con el pelo igual.  Hasta que me quedé embarazada. Al principio no noté mucho cambio, pero en los últimos meses de embarazo…. ¡Un pelazo! Un brillo, un saber estar, unas ondas preciosas combinadas con tirabuzones como si fuera un Pequeño Pony sagrado. 

Allí iba con mi melena, con mi orgullo, mi pelo largo como siempre he querido. Nació mi hija, y ahí seguía en todo su esplendor,  podía haberme hecho un moño mullidito y colocar a mi bebé en el centro como si se tratara de un nido de amor y ahí se hubiese quedado dormida entre olores de Fructis de Garnier. 

Fue más o menos a los 3 meses, así sin avisar. Me he convertido en una persona que pierde pelo desenfrenadamente. Todo el tiempo. A todas horas. 

Me despierto y la almohada está llena de pelos, cuando me ducho puedo crear pequeños hamsters de pelo cada día,  me hago una coleta y cuando me la quito parece una goma de esas para disimular la propia goma pero de fabricación casera. Tengo que tener cuidado con mi bebé para que no se coma el pelo que siempre me cae sobre ella, se le engancha en los dedos, en su cuello, está por todas partes, parezco un husky siberiano en época de muda.

Se supone que todo esto tiene una explicación científica,  claro. Durante el embarazo con las hormonas y el aumento de estrógenos tu pelo se mantiene continuamente en estado de crecimiento, haciendo que parezcas el tío peludito de la familia Adams pero ay! Mira que lo había oído, pero yo quería pensar que no era mi movida. Ahora que todo ese cóctel maravilloso de hormonas está ya en horas bajas parece que llega con toda su fuerza hasta que se queden 4 pelurrios bufados, porque ya no está tan surfero casual, ahora está encrespado. Se queda mal cuando antes iba de peluquería todo el día solo por levantarme de la cama. 

No sé cuánto dura este proceso, no sé si parará en algún momento, imagino que volveré a tener una melena como antes, que nunca crece y que se corta sola. Pero me he hecho muchas fotos para recordarme que no fue un espejismo, mientras mi maravilloso oasis de folículos va desapareciendo ante mis ojos. 

 

Tanit Cano Lorente