Diversos, señoras y señores, todos somos muy diversos. Por eso siempre aplaudiré que en la televisión muestren la diversidad que vemos en la calle, básicamente para conseguir eso que yo tanto ansió y comento: LA NORMALIZACIÓN

El pasado lunes 17 pudimos ver en el programa de cuatro First Dates a Irina, una chica guapísima de 19 añitos y con una parálisis cerebral espástica que le obliga a ayudarse con un andador para caminar. Me encanta cuando al principio habla de las personas con discapacidad, desmintiendo algunos mitos o pensamiento asociados que tiene la población del colectivo discapacitado. Ella habla de su vida con normalidad y explica que estudia psicología y que su discapacidad no le impide hacer nada, sale de fiesta, se divierte, estudia… Vamos, lo que viene haciendo una chica de 19 años con o sin andador

¡Mírala! Qué mona y simpática ella explicándole sin problemas a Sobera lo que le ocurre, con toda la normalidad del mundo

Es cierto que Irina hizo algunas cosas que yo no haría, como sentarse en la mesa para que su cita, Juanan, no la viera andar con su andador o esperar un buen rato para contarle su discapacidad. Pero ¿Qué queréis que os diga? Si nuestra joven modelo (si, la chica dijo en el programa que era modelo y me encantó) se sentía más cómoda haciéndolo así… Pues genial para ella. Y, la verdad, tampoco es que le fuese muy mal en la cita con su estrategia.

Personalmente no me gusta ir anunciando a bombo y platillo mi discapacidad porque hay muchísimas otras cosas que me definen mejor, pero no hago ni un solo gesto por ocultarlo. De hecho, me da pereza tener que explicarlo. Sin mencionar el chasco emocional que da encontrar a alguien con el que encajas y que luego te de puerta por ser TulliBuena. Mira, yo dejo que vean enseguida que voy en silla de ruedas; si les gusta, que se me acerquen y ya decidiré yo también si me gustan. Y si no les gusta mi silla, pues que no se me acerquen, así me quito yo de chascos. Oye, no todo el mundo puede tener buen gusto, ¿no?

La cita de Irina trascurrió con normalidad, su pretendiente era un chico con dos dedos de frente y no le dio más importancia de la que tenía a su andador y tuvieron una buena charla. Al final de la cita, Juanan dice que querría tener una segunda cita pero… a nuestra TulliBuena, aunque le cayó bien su pretendiente, hubo algo en él que no le convenció y le dijo que prefería quedar solo cómo amigos.

Aquí Juanan le dice que si que querría una segunda cita y ella tiene cara de esta pensando «uff pues yo no«- ÁNIMO JUANAN, NO PODEMOS GUSTARLE A TODO EL MUNDO