La gala de los Oscar me parece un coñazo, por lo que nunca la veo. Pero tampoco hace falta porque al día siguiente siempre hay resúmenes de lo más importante por todos lados. Sobre todo de cómo han ido vestidos todos los famosos y cómo se han paseado por la alfombra roja.

Pues bien, no vengo a hablar de los vestidos, de si me gustaban o no, de cual era el más elegante, y el menos… Vengo a hablar exclusivamente de Jason Momoa, porque soy experta en moda y sobre todo en hombres y  porque él se merece un post entero, y también la luna, el sol, mi cuerpo, mi corazón, que le venda mi alma al diablo por una noche con él… Ay que me voy del tema, es que es pronunciar su nombre y ya me pongo nerviosa. Bueno que Jason Momoa se fue a los Oscar tal que así:

Y yo a esto tengo que decir tres cosas:

Primero que Karl Laguerfeld antes de palmar le diseñó este traje para putear, porque él era chungo (eso se sabe), pero lo siento Karl no lo conseguiste. Momoa es Dios.

Segundo, esto solamente demuestra que se puede ir vestido de auténtico mamarracho a un evento y ser el más guapo y follable de toda la puñetera gala.

Tercero, ¿por qué no sonríe nunca su mujer?

Ese hombre es el único ser en el mundo que se puede permitir ir con un traje de terciopelo rosa, una goma de pelo en la mano del mismo terciopelo, unos collares de los hippies de su barrio y ser el más guapo de todos. Y no sólo el más guapo, sino el más deseado, el más elegante, el más fuerte, el más machorro, el padre de mis hijos, mi futuro marido… (Se me ha vuelto a ir, perdón).

Esa mirada…

Porque tú te vas a una fiesta, una boda, o cualquier evento del mundo y un tío con esa ropa te sonríe y tú te alejas hasta otro condado para que no se te acerque. En cambio si te encuentras a ese hombre de esa guisa le entras tú pero sin pensarlo. Y además le dices que por favor se guarde el traje para cuando os caséis. Y te compras un vestido de novia del mismo color y de terciopelo también, aunque sea agosto, para ir a conjunto con tu hombre. Punto.

Y por otro lado también me gusta que los hombres catalogados como «machotes» se vistan de mamarracha, y dejen ya el típico esmoquin de: «Hola soy el más guapo de la fiesta». Ya que Momoa demostró claramente que se puede seguir siendo el macho alfa e ir a conjunto con su mujer.

Le queda bien hasta el bolso ¡POR FAVOR!

Y por último ya que he mencionado a su mujer que también iba muy mona, me gustaría decirle una cosa: «Lisa hija cambia la cara, por favor». Que en google buscas: «La puta ama» «La reina del amor» «La mujer más afortunada del mundo» «La que se chinga a Dios»… ¡Y sale tu cara!

¡Que ese hombre se ducha cada día en tu casa y tú lo ves! Que entre él y un plato de croquetas, nos costaría elegir… Por todos los dioses del universo, que la mitad de las mujeres del mundo venderíamos nuestra alma porque esa fuese la última imagen que viésemos antes de palmar. Y sino fuera esa, pues también nos conformaríamos con verle con el puñetero traje rosa.

Gracias Jason Momoa por tanto.