Cuando se acercan las fechas navideñas hay algo que se repite año tras año, y es la famosa propuesta de Amigo Invisible. Ya sea en el grupo de amigos, con la familia o con compañeros de trabajo. Siempre hay algún/a motivado/a de la Navidad que se hincha de generosidad y lanza la propuesta al aire, arrastrándonos con ello al resto de los mortales, que lo único que queremos es conseguir llegar vivos a final de año. Por eso, para dar un poco de emoción al tema, hoy os traigo el juego del Elefante Blanco como alternativa al Amigo Invisible.

Se trata de darle una vuelta al momento de la entrega de regalos y crear un momento mucho más divertido. A parte, es mucho más económico, porque en este caso, no hay que comprar regalos. Lo ideal es que cada uno traiga algún objeto que tenga en casa que no use y del que se quiera desprender. Y esta última parte es la más divertida, porque os aseguro que he llegado a ver objetos de lo más curiosos (Como una baticao o un imán con forma de pollón).  ¿Jugamos?

¡Que empiece el juego!

¿Qué vamos a necesitar para jugar al Elefante Blanco?

Nuestro regalito bien envuelto en papel de periódico (Así nadie tendrá pistas del propietario) y un dado.

¿Cómo se juega al Elefante Blanco?

Colocamos los regalos en el centro de la mesa.

Los jugadores empiezan a tirar los dados y según el número que salga, realizan lo siguiente:

    1. Robar el regalo a la persona que elijas.
    2. Dar tu regalo a la persona de la izquierda (Si no tienes regalo pierdes tu turno o bebes chupito).
    3. Coger un regalo del centro.
    4. Dar tu regalo a la persona de la derecha (Si no tienes regalo pierdes tu turno o bebes chupito).
    5. Dar tu regalo a la persona que elijas (Si no tienes regalo pierdes tu turno o bebes chupito).
    6. Coger un regalo del centro.

Una vez que no quedan regalos en el centro (Una persona puede acumular más de un regalo o alguna no tener ninguno) ¡EMPIEZA LO DIVERTIDO!

¡A divertirse!

Seguimos tirando el dado, pero las reglas del nº 3 y el nº 6 cambian.

3. Abrir el regalo.

6. Tirar otra vez el dado y contar el número que ha salido hacia la izquierda. La persona a la que le toque tendrá que dar una misión al que acaba de tirar el dado: contar una anécdota, beber un chupito, hacer una confesión, etc. Aquí la imaginación es la clave.

Y aquí amigas mías, empieza una auténtica batalla. El juego se convierte en una lucha por conseguir los regalos más divertidos o desprenderte del truño que te ha tocado. Pero esto no acaba aquí. Cuando ya están todos los regalos abiertos, se inicia una cuenta atrás de 10 minutos, y cuando acabe, cada jugador se quedará con el regalo que tiene en ese momento. Y si lo anterior era una batalla, esto se convierte en la guerra. No os imagináis la adrenalina de saber que te quedan sólo 3 minutos para conseguir desprenderte de un CD de los Chichos.

El defensor del regalo más preciado de la mesa

Pase lo que pase, os aseguro que no conoces realmente a tus amigos hasta que tienes que luchar con ellos en el juego del Elefante Blanco. Son momentos de risas aseguradas y estrategias de lo más rocambolescas.

¿Y vosotr@s os animáis a probarlo? ¿Habéis jugado alguna vez ? ¿Alguna otra versión o alternativa?