Está claro que hoy en día no hay mujer en este país que no haya oído hablar del Satisfyer. Lo que empezó siendo un aparatillo de estimulación sexual más, se ha convertido en la auténtica revolución de la masturbación femenina. Al fin hemos dejado de hablar de este tema como si fuese un tabú y buena falta que hacía.

Y si dentro de las noticias que ha generado el succionador hay a porrillo, hoy no podemos dejar pasar la oportunidad de viajar a Callosa de Segura para mencionarla a ella, la ladrona de Satisfyers. Esa mujer que entró en un comercio y sin pensárselo dos veces se hizo con un buen cargamento de estimuladores, ni más ni menos que unos cuarenta. El vídeo del robo se ha viralizado de tal manera que muchos consideran a esta señora la auténtica Robin Hood del Satisfyer.

En este enlace podéis ver la secuencia completa del robo.

Porque sí amigas, ella estaba haciendo una labor social en toda regla (o algo así fue lo que declaró ante la Guardia Civil cuando fue detenida). Estamos living con esta noticia, no podemos dejar de imaginarnos ese interrogatorio:

‘¿Robó usted el cargamento de Satisfyers?’

‘Sí agente, culpable…’

‘¿Y cuál fue el móvil del delito?’

‘Hacer felices a las vecinas de mi pueblo…’

La susodicha y presunta ladrona repartió la mitad de su botín entre las féminas de Callosa de Segura, en Alicante. Se dice y se comenta que desde el pasado 23 de enero, fecha del robo, el ambiente en la localidad es mucho más distendido y feliz. Que allí las mujeres ya no discuten y sonríen a todas horas. Volvemos a tirar de imaginación y yo no puedo hacer más que pensar en esa mujer con su caja a tope de succionadores en medio de la plaza del pueblo venga regalar pingüinillos a troche y moche.

La imagen. Ella desde el balcón del Ayuntamiento. Lo vemos, lo vemos.

Ella, una santa, una persona que ha hecho más por la felicidad humana que muchos proyectos sociales. Ella, la regaladora de orgasmos, la repartidora del placer. A esta mujer le pondrán una buena multa, pero la estatua en el centro de Callosa no se la quita nadie.

Lo más curioso de toda esta noticia – si es que esto puede ser más increíble – es que tras la detención los agentes de la Guardia Civil han podido recuperar tan solo la mitad de los succionadores sustraídos. ¿Qué sucedió con los otros veinte? Pues literal que ya habían sido usados por lo que la empresa propietaria no podría hacer nada con ellos.

Que sí, que es un robo y por supuesto jamás excusaremos un delito, pero no nos digáis que el caso en general no es pura fantasía. Suena a película surrealista en la que una comunidad de mujeres buscan la felicidad y se asocian para llevar a cabo el robo del siglo. Ni dinero, ni diamantes, ni polladas varias… ¡Succionadores! ¡Ninguna mujer en el mundo sin un buen Satisfyer! ¡Orgasmos para todas, coño!

Por lo que sabemos la señora ha sido puesta en libertad con cargos a la espera de juicio, por supuesto le tocará pagar por el robo, pero estamos seguras de que el apoyo y amor incondicional de sus vecinas ya se lo ha ganado de por vida.

Mi Instagram: @albadelimon