La primera vez que escuché hablar de Bullet Journal pensé “¿En serio necesitáis que alguien os diga cómo organizaros?” Luego caí en la cuenta de que no todo el mundo es un obseso del control, las listas y la planificación como yo y que este método es muy interesante para empezar a organizarte la vida.
Bullet Journal es un método desarrollado por Ryder Carroll para gestionar nuestro día a día. No es nuevo, pero ha sido ahora gracias a Twitter y algunas blogueras que lo he conocido. Lo único que necesitas para empezar en esto es básico: un cuaderno o libreta y bolis, aunque probablemente no os quedéis ahí.
Lo importante es que la libreta/cuaderno que elijas te guste, ya que el propósito de este diario es llevarlo siempre contigo y usarlo tanto para momentos de inspiración, como para anotar una letra de canción que te guste o cita que acabes de leer, así como para hacerte la lista de la compra. Hay dos tipos de libreta muy usadas por la gente que sigue este método y son: esta Moleskine punteada (yo personalmente prefiero la cuadriculada, porque los puntitos me marean… Rara que es una) y estas Lecthtturm1917. Si tuviera que quedarme con alguna, elegiría la segunda por tener las tapas duras; pero como digo, la elección de la libreta es una de las más importantes y tenemos que elegir la que más se ajuste a nuestros gustos. Sí es recomendable que tenga un buen número de páginas para la organización que voy a detallar a continuación. Hay opciones más baratas incluso: en Tiger o Hema tienen libretas muy cuquis que nos pueden servir también.
Los bolis si que es un poco más al gusto: yo soy una loca de los colorines y me gusta que mis bolis y rotuladores sean de fiar, por eso siempre uso estos Stabilo para cuando necesito punta fina, estos Edding para cosas más tochas y para escribir siempre Bic Naranja, porque soy una nostálgica de la vida.
Una vez tenemos todos los materiales, aunque BuJo es un método que tenemos que personalizar tal y como queramos, lo ideal y en los que casi todos coinciden como elementos “clave” son:
- Simbología (es “la gracia” del método): se trata de asignar símbolos a cada una de las cosas que apuntamos. Por ejemplo, yo para las tareas siempre uso un cuadrado, donde posteriormente hago “check” con un boli de color cuqui o pongo una X con rojo si no la he hecho; para las cosas importantes que no debo olvidar uso “exclamaciones regordetas”; para llamadas que tengo que hacer un teléfono… Estos son los que yo he elegido, el creador propone otros, y hay muchas personas que usan otros completamente distintos. Tú decides.
- Índice y registro anual: las primeras páginas de nuestro diario se reservan para hacer un índice. Para poder completarlo debemos numerar las páginas según las vayamos escribiendo (o todas si quieres darte el atracón, pero corres el riesgo de tener que arrancar alguna y perder el orden. Las Lecthtturm vienen ya paginadas), así si en la página XX apuntamos una receta o algo muy importante que queremos recordar siempre, lo añadimos en el índice y así podremos encontrarlo posteriormente. Y tras el índice, un registro anual donde pondremos un calendario, o un listado de los días por mes (tres meses por página con la lista de días), donde apuntaremos fechas clave: días festivos del calendario laboral, cumpleaños, aniversarios…
- Registro Mensual: es igual que el anual, pero algo más amplio, y será la página inicial de cada mes, donde nos planificaremos más en detalle los días especiales en ese mes (exámenes, visitas al médico…)
- Registro diario: será la hoja o espacio que asignemos a cada día de nuestra vida, donde haremos listados, tomaremos notas, garabatearemos…
Llegados a este punto ¿Qué diferencia hay entre una agenda (de las miles de monosas que hay) y esto? Pues, teóricamente nada, ya que lo importante del método es un poco la metodología a la hora de apuntar en listas con símbolos identificativos, pero… La gran diferencia es que lo haces a tu gusto y a tus necesidades. Por ejemplo yo escribo algo grande y hay agendas que me pirran, pero con espacio completamente insuficiente para apuntar todo lo que necesito, agendas que por ser más “escolares” dejan un espacio insignificante para los fines de semana… Y así un largo etc.
Además, fomenta tu creatividad, te proporciona relax pensar en tu organización, prepararlo con mimo, buscar materiales. Y lo más importante de todo, si tu sueño de pequeña era ser la Willy Wonka de las papelerías, tendrás la excusa perfecta para adquirir millones de wassitapes (cuquimonis, de superheores, más sobrias. En Tiger, SostreneGrenes e incluso Ikea tenéis a buen precio), si ves que no se te va a dar bien lo de hacer calendarios puedes usar estos sellos para los meses y estos para los días, estas pegatinas o… ¡Se un Ash Ketchum de los accesorios para el BuJo! ¡Hazte con todos!
También (sí, hay más), hay imprimibles gratuitos a montones por internet, millones de tableros en Pinterest donde inspiraros y muchos videos en youtube explicando el método y enseñando sus BuJo.
Por último, contaros un poco mi experiencia: además de los “must” que son los símbolos y registros, en mi BuJo tengo páginas para wishlist, libros para leer impepinablemente, series y/o pelis para ver sí o sí (en mi registro anual apunto los estrenos que me interesan, muahaha), “citas” porque soy una romántica de la vida y me gusta guardarme algunas cosas que leo/escucho y “Tattoo ideas” porque se me ocurren muchas cosas pero me voy quedando sin espacio en el cuerpo, así me ayuda a focalizar y decidir más concienzudamente.
¿Qué? ¿Os animáis a probar?
Noe Medina
