En casa estamos como locos. Se acerca el cumple del peque, que ya hace 7 añazos. Le encanta hacerse mayor. Supongo que a todos nos pasa… ¡hasta que llegamos a los 30! Siempre hemos celebrado su cumple en familia. Pero está claro que cuando empiezan el cole también quieren celebrarlo con los amiguitos. Como mi peque es de finales de año, llevamos ya un recorrido de cumples importante. 

Carlotita en enero invitó a toda la clase a su cumple. Su madre tuvo el valor de meter a los 23 niños en su casa y darles de merendar. Una valiente. Se curró unos sándwiches de nocilla buenísimos y una tarta de las Supernenas del Mercadona y en cuento lo devoraron se dedicaron a destrozarles la casa. Esa noche el watchapp de madres/padres echó humo porque está claro que la nocilla no es el mejor alimento para los niños y las tartas del Mercadona son puro veneno… La madre de Carlotita se fue del grupo y del barrio… 

A finales de enero Raulito cumplió años. Sus padres, con la lección aprendida, prepararon canapés veganos y una tarta de coliflor y miel. Y para entretener a las fieras prepararon una ginkana. Buen intento, pero el resultado fue parecido al de la casa de Carlotita. Peques 2 – muebles 0. Esa noche el watchapp estuvo muy activo. Está claro que la dieta vegana es para los hippies y no para los niños. Y una tarta que te dé gases no es apropiada a no ser que quieras soplar las velas por la puerta de atrás. Y ni qué decir de la ginkana… deportes de riesgo mal… fatal. Los padres de Raulito se fueron del grupo y no he vuelto a verlos. Deben estar visitando a Carlotita.

En febrero Anita, Miguelito, Martita, Pedrito y Sarita fueron los afortunados. (Algo pasaría el mayo anterior a sus nacimientos que solo sus padres saben…) De sus fiestas aprendimos que los palillos mal. Los cubiertos metálicos no son apropiados pero los de plástico no son ecológicos. Que los frutos secos son más peligrosos que cruzar sin mirar. Las actividades no pueden ser en recintos cerrados, pero tampoco al aire libre. Y que juegos como el futbolín, air hockey o dianas de velcro son lo más parecido a apuntar a tus hijos a los Latin king. Me habría gustado darles las gracias por este aprendizaje, pero no les he vuelto a ver.

En marzo Alejandrito, Yolandita y Alvarito decidieron hacer un cumpleaños conjunto con sándwiches integrales, brochetas de frutas y postre sin gluten. Todo muy bien. Os resumo el watchapp: cumpleaños conjunto es de cutres y pobres, y para ser de tres ya podían haberse estirado en hacer algo más.  

En abril fue el cumple de Dianita. Sándwiches de pavo y tarta de chocolate sin aceite de palma. Bien… a lo seguro. Pero se la jugaron e incluyeron una piñata. Error. A la noche en el watchapp ya nos quedó claro que las piñatas son un invento del demonio porque hay niños que cogieron dos caramelos (sin azúcar) menos que los demás y lo estaban pasando fatal. Resultado: cada vez hay menos gente en el grupo de watchapp y Carlotita debe de estar encantada porque media clase está ya haciéndole visita.

Mayo, junio y julio pasaron inadvertidos. Juraría que unos cuantos niños cumplían en esas fechas, pero por alguna razón sus padres no quisieron celebrar sus cumpleaños.

Y de repente llegó agosto, con su buen tiempo y con el cumpleaños de Andresito. Su madre, una madre coraje, decidió retomar la tradición de los cumpleaños. Pero si lo hacía lo iba a hacer bien… Merienda apta para padres exigentes. Al aire libre, pero cubierto. Con espectáculo de payasos y detalles para todos los asistentes. Olé por la madre de Andresito. Ella dio en el clavo. El club de los críticos lo tuvo difícil esta vez. Y no solo creó precedente, sino que desde entonces los cumpleaños se han convertido en una partida de póker entre los padres supervivientes. 

Albertito: Veo tus payasos y subo un mago.

Carmencita: Veo tus payasos, tu mago y subo merienda de catering.

Santiaguito: Veo tus payasos, tu mago, tu catering y subo un paseo en poni.

Laurita: Lo veo y subo una estancia en paradores para cada invitado y su familia.

Así que aquí estamos. Llega el cumple de mi peque y ya lo tengo todo listo: Masterchef junior les hará un catering en directo en el hotel Sheraton, donde después se quedarán todas las familias a disfrutar del Hotel&Spa durante el fin de semana. La animación correrá a cargo de los Cantajuegos mientras los críos van dando una vuelta en globo, disfrutan de dar de comer a los animales de la granja que han tenido la amabilidad de dejarme montar y remataremos con la actuación de Gisela y su repertorio Disney.

Además, el banco me ha hecho una hipoteca a muy buen precio, se nota que también es padre y entiende las necesidades de los hijos… No os voy a engañar… estoy un poco nerviosa… espero que ninguno se maree en el globo, ni que a nadie le pique una gallina o le cague una oveja. Entendedme… que no le pase a ningún niño. Al club de los críticos espero que se los lleve un chorro del Spa.

 

Marta Toledo