¿Quién no ha tenido una amiga que ha sentido como una hermana?

Aumento la apuesta:

¿Quién no ha tenido una amiga que parecía como una hermana, pero de la noche a la mañana le ha ignorado completamente? Yo soy un ejemplo, pero me alegra el saber que no soy la única.

Llevo un par de añitos malos con respecto a las amistades. Me he llevado muchas decepciones y desplantes, pero chica, todo en esta vida es actitud y me he dado cuenta de que puedo teorizar y filosofar al respecto.

Hace mucho tiempo unas amigas, muy allegadas mías, se hacían llamar “orillas”. Esto lo hacían porque decían que eran dos personas diferentes que habían conectado muy bien y aunque la distancia las separaba, el mar de amor y devoción en el que se encontraban sumergidas las mantendría a flote. ¡Mentira podrida!

A una de esas orillas siempre le dio igual que la otra sufriera un maremoto o estuviera en calma, mientras que la otra orilla estaba obsesionada por su amiga, tanto en lo que hacía, pensaba, sentía o, incluso, qué comía.

Parece una estupidez, pero casi todas las amistades son similares. Siempre hay una persona que siente más afecto que la otra y que da más de lo que recibe a cambio. Si estás pensado que exagero, pon en tu mente algún ejemplo de tu círculo cercano y recapacita en lo siguiente:

¿Quién felicita antes en el cumple y quién se olvida? ¿Quién se chupa un viaje de dos horas por estar juntas y quién pone excusas de que le sabe mal ese esfuerzo? ¿Quién escribe siempre por WhatsApp? ¿Quién etiqueta más a la otra en las publicaciones de redes sociales?

Estés en el extremo que estés en esta playa de confraternidad, no te sientas ni mal ni ridícula.

Si eres la que vas a tope con esa amiga y le regalarías una pulsera de “friends forever”, no te avergüences, esto significa que valoras a esa persona y estimas muchísimo, pero debes ser consciente que quizás más de la cuenta y tienes que rebajar la intensidad. Más que nada por ti, porque no te mereces que te ignoren o infravaloren.

Si por el contrario eres la orilla dejada que pasa de todo, tampoco te autoflageles. Hay gente que te cae bien y con la que te encanta compartir momentos, pero tampoco hay que ser iconoclasta, cerrarse en banda y solo estar con esa persona. Hay muchos círculos de amigos y oportunidades para quedar y pasarlo estupendamente.

No te ahogues en un vaso de agua y piensa que, por desgracia, la gente viene y va y vas a tener la oportunidad de conocer personas maravillosas constantemente. Intenta sacar lo mejor de cada experiencia a tu aire, sin agobiarte con lo que haga la otra persona y sin abrumar a nadie al ver que podríais ser potencialmente inseparables.