Me encantaría deciros que la teoría es mía, que se me ha ocurrido a mí y que tengo un nivel de sabiduría humana tan alto que cosas como estas salen de mi cabeza, pero os mentiría y claro, yo a vosotras no os puedo mentir.

 

Todo este viene de una teoría que tiene un señor llamado Chéjov y que él la aplica al mundo de la interpretación, pero es que a mí me gusta aplicarla a la vida, porque creo que sirve para todos los seres humanos del mundo mundial. Él lo llama ‘los tres centros’, pero a mí me gusta muchísimo más llamarlo los tres corazones, porque una es romántica desde que nació.

Pues bien, la teoría de los tres corazones lo que viene a decir es que todas las personas tenemos tres centros, tres lugares desde los que sentir, pensar y amar. El primer centro es la cabeza, el segundo centro es el corazón y el tercer centro son las vísceras.

Cada uno ama a su manera, tiene sus propiedades, sus causas y sus consecuencias. El primero habla de la inteligencia, de la conexión en la conversación, del conocimiento, de la sabiduría. El segundo habla del sentimiento puro, del concepto de ‘amor’ al uso, de esas cosas que no sabemos explicar, pero que sentimos una atracción fatal e inexplicable que nos sale de lo más hondo del pecho. El tercer corazón es la parte visceral, animal, carnal, el deseo, el sexo, el vicio.

 

Cada vez que me viene alguien con una movida emocional del tipo ‘es que no sé qué somos, es que no sé qué siento, es que no sé qué quiero’ yo siempre salgo con esta teoría. Todas las personas que nos atraen lo hacen de una forma concreta, nos tiran de uno o varios corazones y todas son igual de válidas e igual de lícitas.

Puede que una persona te guste sexualmente y ya, no pasa nada; puede que una persona te llene a nivel intelectual y emocional, pero no en el terreno lascivo y tampoco pasaría nada; puede que una persona te llene intelectualmente y puedas pasarte horas hablando con ella, pero por mucho que insistas o quieras no puedes enamorarte y, ¿sabes qué? no pasa nada.

No pasa nada siempre y cuando lo identifiques, identificar qué es lo que te gusta de la otra persona, qué es lo que te atrae, qué es lo que quieres es tan básico como necesario, de verdad, te facilita la vida a tantos niveles que ojalá nos enseñaran esto en el colegio para ahorrarnos el drama del día a día.

Cuando conoces a una persona y te sientes atraída tienes que saber si lo que sientes es atracción sexual, emocional o intelectual, tienes que saberlo para saber qué quieres de ella, qué esperas. Además de identificarlo tú sería maravilloso que se lo contaras a la otra persona, para facilitaros la existencia mutuamente. ‘Oye mira, que solo quiero tomar café para que hablemos durante horas porque me encanta escucharte hablar’, ‘oye mira, me gustas muchísimo, tanto que me duele el corazón y no dejo de pensar en ti’, ‘oye mira, que solo quiero follar’.

Tú lo asumes, la otra persona también, ponéis las cartas sobre la mesa y ya decidís si os merece la pena tener algo o no. Sé que no es tan fácil, que las teorías son geniales, pero llevarlas a la práctica ya es otra movida. Pero bueno, si por lo menos tenemos la capacidad de saber nosotros mismos parte de la ecuación, pues eso que nos ahorramos. Lo de compartir con el otro lo que tenemos de puertas para adentro, igual lleva algo más de trabajo.

Yo siempre digo que si una persona te tira de dos corazones, hay que intentarlo, porque muchísimas veces el tercero se ve arrastrado por la fuerza que tienen los otros. También soy fiel partidaria de que si el tercero en discordia te pinta un NO en negrita con luces de neón, tampoco seas subnormal porque esa parte de ti es tan importante como las otras, no la rechaces, porque al final explota y tenemos movida.

Tú no puedes reprimir tu parte sexual, tú no puedes estar con alguien con quien no te gusta hablar, tú no puedes estar con alguien a quien no quieres. Bueno, sí, poder puedes, pero es que te estás perdiendo un tercio de la vida y, querida mía, saber si eso te compensa o no, ya es únicamente decisión tuya, hay veces que uno de los corazones tira con tanta fuerza que evitarlo es impensable.

Ahora bien, seres míos, si alguna vez en vuestra santa vida, tenéis la suerte, la dicha, el regalo, el honor de conocer a alguien que os tira de los tres corazones a la vez y al unísono, por el amor de dios:

NO LA DEJÉIS ESCAPAR 

 

Y bueno, ya si encima esa persona también se siente atraída por ti de las tres maneras, mira, si no lo hacéis real, es que tenéis una clara tara en la vida, porque eso no pasa nunca. Vale, no nunca, pero sí muy poco. ¿Dos personas que se sienten atraídas la una por la otra a todos los niveles? Mira, me cago encima, ojalá a mí me pase alguna vez, así os lo digo.

A lo que voy, por favor, introspección, hablad con vosotras mismas, seos sinceras, investigaos. A todos los niveles, claro, pero en este sobretodo. Ahorraos sufrimiento, porque a veces veo a amigas volverse locas por chavales que lo único que quieren es que les metan el churro, chica, no romantices algo que solamente es pasional. O no te metas en una relación con alguien que te parece un gilipollas integral. O no fuerces a tu corazón a sentir, por mucho que te ponga burra y que sea el tío más inteligente del planeta.

Conócete, aclárate y facilítate las cosas, no te las pongas más difíciles. Tienes tres corazones, escucha a los tres, siempre. O no, hazle caso al que más te guste, haz lo que te dé la gana, pero lo único importante aquí es que sepas qué estás haciendo, dónde te estás metiendo, porque, ¿sabes qué? Creo sinceramente que solo así podrás ser feliz.