Los miércoles son los nuevos viernes gracias a Mediaset y su isla de los Cuernos. Todos sabemos lo que nos vamos a esperar, pero verlo hecho realidad es siempre toda una fantasía. Comienza la primera hoguera para Christofer, Lucía, Patri, Alejandro y Roberto.
Un año más torturan a los concursantes poniendo imágenes con una tablet que regalaban al abrirse la cuenta en el banco. Y comienzan con Christofer, que está igual de nervioso que el que espera el resultado de una ETS. Y entonces ve el roneo de Fany con Julián y pide no ver más imágenes.
«Para mí, son faltas de respecto hacía mí. Estoy hasta los…. No quiero saber nada más. Tengo un límite. No me hace falta ver más. Son muchos ya… No puedo más con esta situación porque he aguantado bastante» – lo mejor de todo es que aunque no quiso ver más imágenes, Fany salía de fondo ligando con Julián en las imágenes de sus compañeros.
Patri con respecto a las imágenes de Lester y Marta: «Estoy súper tranquila porque veo una relación de cariño y amistad. Me está gustando la relación que están teniendo. Me alegro de que sea así. Si él viese esas imágenes de mí, no las aguantaba porque es más inseguro que yo»
Lucía antes de ver las imágenes se pone a temblar diciendo «por favor, no me merezco esto«. Y en cada imagen en la que sale Lobo y Marina, a Lucía se le enciende un trifásico en la cabeza que corta con la sonrisa de «dientes, dientes».
Alejandro de las imágenes de Mayka y Pablo: «Pablo tiene que pasar página. Él no cuidó a Mayka como tenía que haberla cuidado, y eso se le olvida. Hasta que no vea algo contundente, no me voy a calentar«. Pero entonces sale el video de Mayka hablando con las chicas y comentando que Óscar, Gonzalo y Pablo quieren follar con ella. «Me da vergüenza que la gente vea con estoy con una persona así. Me da una pena terrible. Pensé que era incapaz de que fuese así«.
Roberto ve como Andrea y Manuel se habían liado una semana antes de entrar a la casa: «Es una ridícula. Lo que queda mal es ella. Tengo claro qué quiero en mi vida, y ella no la quiero. Esperaba que me demostrase que me quería y que había cambiado, pero es la misma de siempre. Se ha quitado la careta. Es una falta de respeto«.
Sandra les comunica que 3 personas pueden entrar a la casa. Quieren ir todos menos Christofer, que está mirando la hora de irse a la cama y meterse bajo las sábanas 5 años. Pero las chicas han decidido que ellas deben ir sí o sí para salvar su relación porque aunque están seguras, quieren garantías. Pues amigas, si queréis garantías, compraos una tostadora. Total, que al final van Alejandro, Patry y Lucía.
Mientras unos lloran en la hoguera, otros hacen una pool party en la villa. Y Lester hace de celestino entre Fany y Julián, nivel que les junta las cabezas para que se besen. Esto lo hice yo en un McDonalds con dos amigos que no se atrevían a dar el paso. Somos gente necesaria en la sociedad para que luego otros acaben copulando. DE NADA.
Fany se dejó llevar y besó a Julián. Mientras tanto Gonzalo Montoya, que cae igual de majo que una multa, fue el amigo chismoso que entró de habitación en habitación gritando a los 4 vientos que Fany era desleal. El radiopatio no ha muerto y tiene un claro sucesor en República Dominicana.
Pero Fany después de jugar al tenis con las amígdalas de Julián se retira, se apena y se siente mal porque sabe que Christofer lo va a ver. Y Julián, ese hombre con una tableta de abdominales en la que podría lavar la ropa mi abuela, se echa a llorar porque Marta le ha dicho que va a destrozar a Christofer. Qué fantasía todo.
Fany sobre su escarceo con Julián: «Se me ha ido. Me siento como una mierda. Me arrepiento mucho de lo que pasó. Estoy mal por todo lo que ha sucedido en 24 horas. Tengo que tirar hacia adelante, ser valiente y dar la cara«. Para Fany ser valiente lo mismo es volver de la guerra del Golfo que ser infiel en la piscina.
Y mientras unos sufren, Andrea se da el lote con Manuel en el Jacuzzi y hablan de tener hijos juntos mientras el novio de ella está en la casa de al lado. Óscar que ve a Andrea ligando con Manuel, va por detrás echándole fichas a lo sibilino. Hay que ser pringado. Ella dice que no quiere dormir con Óscar porque ronca y él se indigna porque cuando ella iba a visitarlo a Málaga no le importaba que roncase.
Sandra entra en la villa para informar a Marina que tiene por la noche otro círculo de fuego. Fany pide una hoguera de confrontación con Christofer. Además salen Lobo, Lester y Mayka y entran a su vez Lucía, Patry y Alejandro. El programa les hizo creer que iban a reencontrarse, cuando en realidad los cambió de casa. Además entran también Christian y Bela. Y resulta que Christian también se lió con Andrea y Lucía.
¿Os dais cuenta que entre el que entre en la casa, ya se ha liado con Andrea? Andrea tiene el coño más caliente que el volcán de La Palma. El reality debería llamarse «Los folleteos de Andrea». Por favor, ni los Borbones se liaban tanto entre sí. Paremos esta endogamia.
A todo esto, ya no puede caber más gente en la casa. Le preguntan a Sandra «¿y cómo hacemos con las camas para dormir?«, a lo que ella contesta «eso ya es decisión vuestra«. Como el que alquila un Airbnb para 4 y se presentan 16. El programa es claro «dejaros de ostias, enrollaos y dadnos contenido, que no os pagamos sólo para beber mojitos«.
Marina se reencuentra en el círculo de fuego con Jesús, el niño reviejo con bigote con frases como «en la guerra todos los agujeros son trincheras» o «la que hace perrerías es una perra«. Marina se ha quedado con Jesús, que es el premio de consolación, que entra también a la Isla de las Felaciones.
En el próximo capítulo veremos la hoguera de confrontación de Fany y Christofer y nos adelantan que ya hay movimiento conejil en una cama. ¿Os imagináis de quién se trata? Desde la redacción de Weloversize seguiremos informando.
@LuciaLodermann