Después del artículo de las camisetas feas pero molonas, aquí estoy otra vez para mostraros más cosas creepy y muy fascinantes, porque a veces (solo a veces) en la fealdad está el gusto. En este sentido, Dangerous Minds es una fuente inagotable de sabiduría y cosas molonas. Siembre bien arriba en mi muro de Facebook y siempre enseñándome de lo bueno lo mejor.
Pues bien, esta mañana mientras desayunaba y daba mi putivuelta de rigor por mis publicaciones de confiansi y otros perfiles de interés, me encuentro con esta puta maravilla que desde ya pasa a estar en mi Olimpo de la magia navideña (junto a Cortylandia, las montañas de langostinos y las borracheras sin sentido): adornos de Sirenos para el árbol, con sus torsos torneados y su cola cargadita de purpurina. En definitiva, referentes totalmente gays que, aunque representan un físico y unos roles muy estereotipados, consiguen hacer de la Navidad algo menos rancio y tradicional.
Ay… si fuera rica me los compraba todos, porque no son nada baratos los malditos (que a los 33$ -aprox- que cuestan hay que sumarles los gastos de envío y una posible paradita en aduanas). Según cuentan en la página oficial de los Merman, cada diseño está pintado a mano y realizado en unos materiales muy ligeros (de ahí todos los dólares que cuestan), lo que los convierte en un adorno perfecto para tod@s aquell@s que se quieran salir de la norma, del espumillón y de los angelitos asexuados. Y es que a ver quien se atreve a decirnos que no podemos ser originales en nuestros adornos navideños.
Pero ¡ojo! que también hay sirenas, Papá Noeles, peces, gambas y un montón de chorradas que habitan en los mundos submarinos. Todo súper inquietante a la par que divertido. Ahora no puedo parar de imaginarme un árbol con «Bajo del mar» como hilo musical. Gracias infinitas, Diamonds of the Sea, por crearme necesidades como ésta cosa tan increíble:
