No nos cansaremos de repetirlo: CRITICAR ESTÁ MAL. No, no me refiero a las constructivas, tú no sabes lo que es eso y mira que Marina lo explicó muy bien aquí. Tú podías ser perfectamente el inventor de la crítica porque sí, de la destructiva, de la que solo busca hundir al otro porque tú eres lo más y puedes hacer lo que te da la gana ¿Verdad?

Que a estas alturas haya que decir  que las críticas destructivas son hirientes me parece muy triste, más que nada porque parece una frase sacada de Barrio Sésamo, sin embargo tú o no has visto el programa o no lo sabes porque no te da la gana.

 

Tú que te ríes de los que no son como tú, que insultas cuando la respuesta a tu comentario «inofensivo» no es la que esperabas, que miras por encima del hombro a quien consideras menos, tú que te crees que ostentas el derecho de decir lo que te venga en gana, que te escondes tras la pantalla del ordenador y usas tu anonimato para atacar a todo aquel que decidas o que simplemente te aburres, tú, «querido» criticón, además de tener mucho tiempo libre, eres un triste. Hala ya lo he dicho.

Porque al criticar escudándote en frases como es mi opinión, lo digo por tu bien o mi favorita: si te molesta, tú misma., al pasarte el tiempo-que parece que no valoras mucho- repasando la vida de los demás, sus defectos -lo que tú consideras defectos, claro está-, sus puntos débiles… al hacer todo esto, lo único que demuestras es que o no tienes dos dedos de frente o sufres algún tipo de carencia emocional

 

No soy psicóloga, pero en mi experiencia todo aquel que se lanza a la crítica esconde una baja autoestima o a lo mejor en tu caso lo que quieres es llamar la atención porque en tu grupo de amigos no molas tanto como piensas y no te hacen el caso que crees merecerte, o es posible que tu vida sea tan aburrida que debas alegrarla a costa de los demás, o tal vez es que simple y llanamente eres una maldita mala persona que prefiere criticar lo absurdo solo para sentirse bien a costa del sufrimiento de otro. Porque sí, a veces lo consigues. En ocasiones  logras hundir a una persona que no te ha hecho nada, solo porque TÚ decides que su aspecto o su forma de hablar o su estilo de vida o simplemente porque hay algo de esa persona que se sale fuera de lo que tú consideras normal y por tanto es inadmisible.

Pero ¿sabes una cosa?

Que esa persona a la que tú has herido o has pretendido herir es posible que ya no se acuerde de ti. Puede que incluso la hayas hecho más fuerte o la hayas ayudado a ver que el problema no es suyo sino tuyo. Tú, sin embargo, seguirás siendo un verdadero gilipollas.

 

Portada: Videoclip Formation  de Beyoncé.