El succionador de clítoris se ha convertido en pocos meses en el amigo inseparable de muchas mujeres, ya que junto con las croquetas, les ha dado más placer que la mayoría de hombres que han conocido. Y también en el juguete sexual más odiado entre ellos. De hecho algunos no han tenido más remedio que tomárselo con humor y han dejado estos comentarios sobre el producto en Amazon:

La verdad es que entiendo perfectamente que el sexo masculino esté un poco escocido con el producto ya que yo si ahora mismo estuviera soltera mantendría una relación sana y madura con mi Satisfyer.

La mayoría de los hombres con los que he estado no tenían ni idea de comerte el parrus. Y si por una gran casualidad encuentras uno que sabe, no lo sueltas, o sea que rápidamente queda fuera del mercado. Por lo que solo quedan los que no tienen ni idea, que son muuuuuuuchos.

¡MENTIROSA!

Que no sé, tampoco creo que haya que hacer un máster para bajarse al pilón, pero mira, a ellos pues les cuesta mucho. Y claro las mujeres antes sufríamos y por no herir sentimientos nos callabamos, pero ahora… Ahora somos feminazis pérdidas y si lo comes mal, lo comes mal, y punto. Algunas más educadas se callan pero no te llaman más, y otras como yo, te bloquean en cuanto salen de tu puñetera casa.

Porque claro  nosotras tenemos que ser expertas  en comer nabos. Tenemos el firts de chupadoras. Es nuestra puñetera obligación para daros placer. Tragárnosla hasta el fondo sin que nos de ni una puñetera arcada, y adoptar un movimiento de nuca de anaconda estresada para hacerlo lo mejor posible pero… luego ellos no saben  ni donde está exactamente el clítoris, ni el punto exacto donde hay que lamer, ni siquiera como se acaricia.

¡Pero que habla esta! ¡A mi nunca se me han quejado!

Y chica, cuando vas a echar un polvo de una noche, pues te da pereza ponerte a dar una clase de anatomía. Total que el individuo vuelve a las calles siendo un inútil come chichis. Y tú rezas apiadándote de  su próxima cita.

Pero ahora está el Satisfyer, y o os ponéis las pilas o os extinguís. Entre Jason Momoa que ha mejorado la especie de manera espectacular y el succionador, cada vez lo tenéis más difícil.

Así es que os apuntáis a una academia chochil y pasáis por lo menos al tercer curso, o si no pues aprended a usar el Satisfyer, os compráis uno y lo lleváis a las citas, para que le de a la chica el placer que vosotros no sabéis. Fin.

 

Puedes comprarlo o ver los comentarios y echarte unas risas aquí