El otro día (que sabemos que comprende un periodo indeterminado de tiempo entre ayer y el día de mi santo bautismo) dije la frase más temida y a la vez más esperada por una madre: uy, esto pa trapos.
Y claro, la primera vez que haces trapos de una camiseta vieja no hay vuelta atrás. Automáticamente te conviertes en una señora mayor y empiezas a ser consciente de que los tiempos mozos donde eras una joven tersa y lozana han quedado atrás y ahora miras el tiempo para ver si puedes poner una lavadora y te emocionas con los vales descuento que te llegan por correo (la economía ante todo).
Y por si eres una abuela, pero todavía no te has dado cuenta, aquí va mi lista:
- Madurar es dejar de llevar la maleta llena de condones para llevarla llena de paracetamol.
- Intentar leer y quedarte dormida a los cinco minutos.
- Llevarte una rebequita por si refresca
- Que tu día productivo signifique haber hecho tuppers para toda la semana.
- Tener un bote de Vicks Vapor Rub en casa. Nunca se sabe cuando puedes tener una emergencia.
- Sacar las pilas del vibrador y meterlas en el tensiómetro. Todo es cuestión de prioridades.
- Decir al menos una vez ay qué vieja estoy y qué poco me quejo.
- Para qué salir en tacones cuando puedes ir en zapatos planos a todos lados.
- Antes salías de fiesta tres días seguidos, ahora si llegas más tarde de las 2:00 am te pasas todo el día cansada.
- Estar enganchada a los programas de cocina, decoración y subastas.
- Te despiertas siempre antes de las nueve incluso en tu día libre.
- Si sales de fiesta no conoces las canciones que pone el Dj y no tienes ni la menor idea de quién coño es el cantante.
- Odiar las multitudes
- Después de ir a casa de tus colegas te quedas a recoger porque madre mía, cómo vas a dejarle la casa así a la criaturita.
- Empiezas a perderte con las nuevas app de socialmedia.
- Las series de más de 30 minutos empiezan a parecerte demasiado largas.
- madurar es empezar a recibir menos llamadas del banco para una cuenta joven y más llamadas para un seguro de pensiones.
- Te parece más importante gastarte el dinero en un buen colchón para descansar que en un festi.
- Y la peor. TE ALEGRAS DE VERDAD cuando te regalan un pijama. PERO EN QUÉ CLASE DE ABUELA NOS HEMOS CONVERTIDO.