Maratón de terror para la noche Halloween
Siempre me ha encantado el terror. Películas, libros, revistas o historias de campamento a la luz de la luna, todo me parece bien con tal de pasarlo mal. Hace años, el último fin de semana de octubre, coincidiendo con el cambio de hora, en la tele ponían una programación especial que llamaban “La noche más larga”, y emitían un maratón de películas de miedo hasta el amanecer. No me perdía ni una. Así descubrí a Freddy Krueger, Damien en “La profecía” o Jason de “Viernes trece”. Lo pasé horriblemente mal con las niñas de “El resplandor” y dejaron de gustarme los payasos gracias a la primera versión de “It”.
Si a ti también te gusta el terror del bueno, ese que consigue que el pasillo de tu casa pase de medio metro a medir veinte kilómetros de repente. El que le dice a tu cerebro que las sombras de la cortina no son las mismas de ayer. Ese terror que te hace ver algo corriendo por el rabillo del ojo, mientras razonas que no puede ser tu gato porque está durmiendo plácidamente junto a ti, entonces estás en el sitio perfecto. Te traigo una selección de las mejores series de miedo, para que nos hagamos nuestra propia maratón la noche del 31, mientras nos ponemos hasta arriba de chuches de Halloween.
- “Misa de medianoche”. Al mismísimo Stephen King le ha encantado esta serie y no es para menos, la podría haber escrito él. Mike Flanagan le da una vuelta muy interesante al género vampírico, mezclándolo con tintes diabólicos y profecías del fin del mundo. Tiene todo lo que hace falta para pasar un mal rato: algo que se mueve en la oscuridad, una isla remota apartada de la civilización, sustos, fanáticos religiosos y mucho, mucho misterio. Es una miniserie de siete capítulos disponible en Netflix.
- “La maldición de Bly Manor”. Hablando de Mike Flanagan, sin darme cuenta me estoy haciendo fan de este señor. Otra mini serie de Netflix, es la segunda parte de la antología a la que pertenece también “La maldición de Hill House”. Si te gustan las antiguas casas góticas, gigantes y encantadas, esta serie es para ti. Objetos que se mueven solos, pasos correteando en la oscuridad, susurros que no vienen de ninguna parte, una casa que cambia de forma según quien recorra sus pasillos y una línea temporal que va dando saltos a su antojo. Ideal para disfrutarla con la luz apagada, el pijama de bolas y la manta del sofá.
- “Them”. Todo un descubrimiento para mí. Mezcla discriminación racial con fantasmas malignos, dos cosas que pueden dar muchísimo miedo y pocas veces se ponen en común. La tensión contenida en las escenas es brutal, consiguen que estés deseando que pase a la siguiente. Cada personaje entra en su propio mundo de locura personal, y empiezan a desvariar, mientras siguen convencidos de que los demás están perfectamente cuerdos. Genera un ambiente que te envuelve de terror y angustia de una forma escalofriante. De las mejores que me he encontrado en los últimos tiempos. Mejor verla en compañía de otro ser humano al que agarrar fuerte cuando lleguen los sustos. Está en Amazon Prime.
- “El exorcista”. Continuación en forma de serie del clásico de 1973. Si alguna vez te has preguntado qué pasó con Regan y qué tipo de vida le esperaba después de todo lo que ocurrió, en Amazon Prime tienes la respuesta. Para ser una segunda parte está realmente bien. Vuelve la posesión demoniaca, además se apuntan un cura bueno y otro buenorro. Tiene muchas dosis de susto, misterio y cortes de respiración. La historia te atrapa, hace que siempre te parezca buena idea quedarte un ratito más para ver otro capítulo. Si te gustó la película, seguro que la serie te encantará.
- “Folklore”. Siempre se ha dicho que el terror japonés tiene algo especial. No en vano, muchas de las adaptaciones que se han hecho en Estados Unidos, vienen de películas japonesas originales. Pues en HBO hay una serie al más puro terror asiático que no te puedes perder. Cada capítulo va sobre una leyenda urbana o superstición cultural, que se hace realidad para desgracia de sus protagonistas. Viene con fantasmas, monstruos y maldiciones. Es de las que te hacen gritar, quieras o no.
Sara Martín
