Me quiero morir de vergüenza, de verdad de corazón, me ha pasado lo que jamás me podría haber imaginado que me pasara.

Soy la madre más joven de la clase de los niños de mi hijo, tengo 23 años y tuve a Esteban con 21 porque mi novio y yo somos unos piezas que lo hicimos sin tener cuidado, pero claro, nuestros padres nos apoyan, nos queremos muchos y teníamos el piso de mi abuela para usarlo. Así que nada, cuando nos enteramos de que estábamos embarazados, les dimos un par de infartos al corazón a nuestros padres, decidieron ponerse manos a la obra, entre las dos familias nos arreglamos el piso de la abuela Mari y ahí estamos los tres ya más de dos años viviendo, felices, contentos, independientes y haciendo hogar.

Pues vale, yo no termino de encajar con las madres y los padres de la clase de Esteban, no sé si es por la diferencia de edad, si porque no me toman en serio o si yo les odio porque no paran de darme consejos sobre cómo educar a mi hijo. Asumo que creen que por ser joven no sé ser madre o algo, pero la verdad es que yo estoy súper orgullosa de mi niño, de su educación y de cómo lo estamos haciendo con él.

Pues bien, son muy pesados en el grupo, todo lo que leáis por internet: es verdad. O sea, hablan de absolutamente todo a todas horas, ese grupo no duerme, no sé de dónde sacan el tiempo para escribir tantísimo. Que si hoy Lara se ha hecho pis, que si Ramón ya come solo… Madre de Dios, qué pesados.

Pues bien, el otro día estaban hablando de los disfraces de Halloween, si de por sí son pesados, cuando hay un tema del que de verdad hay que hablar ya no os quiero contar. Pues nada, las profes nos dijeron que era disfraz libres y claro, el grupo a arder. Todos diciendo qué preferían, que preferían sus hijos y qué opinaban las abuelas. El caso es que para intentar integrarme, empecé a descargarme disfraces monis para nenes, de estos que ves en Instagram y piensas: ‘ay por favor, quiero tener un hijo solo para vestirle así’. Pues nada, después de recolectar unas 15 fotos para niños, niñas y trajes temáticos para todos juntos, las mandé.

El caso es que nadie dice nada hasta que pasa muchísimo tiempo y claro, a mí me parecía muy raro. Veo que pone ‘Carmen Madre Lara está escribiendo…’, ‘657432987 está escribiendo…’, ‘Carlos Padre Ramón escribiendo…’ y nada, que ninguno ponía nada y claro yo me rallé. Porque no entendía, que todos tardan en escribir, pero colega, no 15 min. Así que me pongo a repasar las fotos… y toma sorpresa. ¿Qué que pasó?

Pues que entre todas las fotos de los disfraces, se coló una mía delante del espejo de cuerpo que tenemos en casa, enseñándole a mi chico lo bien que me quedaba el último conjunto de lencería que me compré en el Oysho.

Normal que nadie supiera qué decir, evidentemente la eliminé para todos como un rayo, rezándole a todos los dioses que por favor nadie supiera cómo hacer capturas de pantallas. El caso es que finalmente alguien escribe un mensaje: ‘No entiendo cómo una madre de familia puede ser tan provocadora, inconsciente y suelta. He hablado con varias madres y padres y estamos de acuerdo en que creemos que no deberías estar en este grupo.’

‘Carmen Madre Lara te ha eliminado del grupo’.

Vale, pues si antes no me querían, ahora ya ni me saludan cuando voy a llevar al niño. A mí al final me la suda que personas tan amargadas se crean perfectas, aquí quien este libre de pecado que tire la primera piedra. Que sí, que vale, que tuve un error, pero yo con mi novio me mando lo que me da la gana, me hago las fotos que me da la gana y más te voy a decir, le envío las fotos a quien quiero. Pero por el que tengo verdadero miedo es por Esteban, no quiero que deje de tener amigos, ni que dejen de invitarle a los cumpleaños, que lo dejen solo por mi culpa…

No dejo de darle vueltas y más vueltas a lo que a él le pueda pasar, mi foto aún no se ha hecho viral por el pueblo y con eso me puedo dar con un canto en los dientes… Pero mi hijo sí que tengo miedo, espero que todo pase pronto y que se les olvide, aunque no dejo de pensar que una vez que tienes la fama ya no hay quien te la quite y no quiero que mi pequeño cargue con mis errores.

¿Qué opináis? ¿Creéis que debería hablar con los padres y disculparme? ¿Debería seguir sin hacer nada porque realmente siento que no he hecho nada? ¿Hablo con el centro? Me estoy volviendo un poco loca, ayuda.

ANónimo