Me voy a casar por segunda vez y mi exmarido (y padre de mis hijos) va a leer en la boda
(Relato escrito por una colaboradora basado en la historia real de una lectora)
La primera vez que me casé no pude hacerlo como quería.
Éramos jóvenes, estaba embarazada, mi suegro estaba enfermo terminal y no teníamos un duro. No fue la mejor boda de la historia, pero lo hicimos lo mejor que pudimos, teniendo en cuenta las circunstancias.
Pese a los atropellados inicios, el nuestro fue un matrimonio feliz. Lo fue durante casi una década, más o menos lo que tardamos en ver la luz al final de larguísimo túnel que es la crianza. Porque a nosotros lo de tener hijos, al contrario de lo que pasa en muchas parejas, nos unió más de lo que nos separó. Fue al crecer los niños cuando nos dimos cuenta de que como padres éramos un diez, pero como pareja apenas llegábamos al suficiente. Así que, aunque lo intentamos durante un tiempo, al final establecimos nuestros acuerdos en cuanto a los niños y nos divorciamos.
Al principio era todo un poco raro, pero con el paso de los meses y los años, nos dimos cuenta de que, además de mantener la relación como padres, nos habíamos hecho amigos. Porque nosotros habíamos sido un rollo, novios y marido y mujer, pero nunca antes habíamos sido amigos. Sin embargo, descubrimos que eso era lo que mejor se nos daba. Encontramos lo mejor de nosotros mismos en cuanto quitamos el amor romántico de la ecuación.
Pero no renunciamos al amor. Durante todo este tiempo, los dos volvimos a tener relaciones. Yo con más suerte que él, pues hace unos años conocí al hombre del que estoy felizmente enamorada. Tanto que me voy a casar por segunda vez y mi exmarido va a leer en la boda.
Me voy a casar por segunda vez y mi exmarido (y padre de mis hijos) va a leer en la boda
Sé que a mucha gente le chirría, que hay quien piensa que la relación que mantengo con el padre de mis hijos no es normal. Pero a mí me parece lo más natural del mundo, precisamente porque surgió así, de forma natural. No lo forzamos, no era nuestro objetivo. Nosotros solo queríamos hacer lo mejor por los niños, y el resto vino solo. El que está a poquitas semanas de ser mi marido, conoció a mi ex casi al mismo tiempo que a mí. Igual que conoció a mis hijos, a mis otras amistades y a mi familia más cercana.
Siempre ha sabido que nos une una bonita amistad y esto nunca ha sido un problema para él. De hecho, creo poder afirmar que él ya lo considera también un amigo, aunque sea de rebote.
De modo que, en plena madurez, y a la segunda, voy a tener la boda que siempre soñé, con el hombre al que más he amado en mi vida y con mi ex y mejor amigo como testigo.
Patricia
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