Mi ex suplantó mi identidad para buscarme trabajo 

 

Vengo a contaros una de las cosas más surrealistas que me han pasado en la vida. Empecé a salir con un chico de mi barrio, una preciosa historia de amor que a los pocos meses se tornó dañina. Estuvimos juntos unos tres años, sumidos en una relación tóxica de manual: hubo cuernos por ambas partes, peleas con insultos y faltas de respeto, lo dejábamos y volvíamos constantemente, nos hicimos todo el daño posible.

En una de esas rupturas yo decidí que si quería salir de aquella relación la única manera era poner tierra de por medio, así que me fui a vivir con mis tíos que vivían en otra ciudad para comenzar una nueva vida. Se lo conté al que en ese momento ya era mi ex, que necesitaba alejarme de él y empezar de nuevo. Aparentemente lo aceptó muy bien.

Pasaron unos meses y yo encontré trabajo, hice nuevos amigos, algún ligue, y pude alquilarme una habitación en un piso compartido y salir de casa de mis tíos. A veces me acordaba de mi ex, echaba de menos las cosas buenas y las que tenía idealizadas, como pasa siempre que lo dejas con alguien. Pero era feliz en mi nueva ciudad. 

Un buen día recibí una llamada de teléfono muy sorprendente. Una empresa de mi antigua ciudad me llamaba para proponerme una entrevista. Les había gustado mucho mi curriculum y les encajaba mi perfil en el puesto ofertado. Tuve que decirles que actualmente no estaba interesada porque vivía en otra ciudad. Mi interlocutora se quedó bastante extrañada por mi respuesta y me dijo que si en los próximos meses volvía a la ciudad me pusiera en contacto con ellos.  Colgué y me quedé pensando. ¿Cómo puede ser que después de más de medio año fuera de mi ciudad, me llamen ahora para un trabajo allí? ¿Quizás me equivoqué y mandé el curriculum pensando que era una empresa de mi actual ciudad? Lo cierto es que ni siquiera recordaba haber mando mi cv a aquella empresa, ni ahora ni anteriormente. 

Pero la cosa se volvió del todo extraña cuando unos días más tarde recibo un email de otra empresa, también de mi anterior ciudad, ofreciéndome colaborar con ellos. Pero ya lo que más me escamó fue la frase “tal y como hablamos en el último email”. Yo no recordaba haber intercambiado jamás emails con ellos.

Estuve varios días pensando en qué podría haber pasado. Hasta que me acordé de mi ex… algo en mi interior me decía que había sido él. En ese momento no éramos amigos, pero nuestra relación era bastante cordial, así que decidí llamarle. Después de un rato de conversación banal, le conté lo que me había pasado, que era muy curioso que ahora, después de casi ocho meses en mi nueva ciudad, me estuvieran llamando para trabajos en mi antigua ciudad. “Pero eso está genial, además tú me dijiste un día que, si te salía un trabajo interesante aquí, volverías”. Entonces empecé a enfadarme muchísimo. “No habrás tenido nada que ver con esto, ¿verdad?”. Hubo un silencio incómodo. Pero le insistí un poco y lo confesó todo.

Había creado un perfil con mi nombre y mi currículum en todas las web de búsqueda de trabajo que se le habían ocurrido. Tenía un curriculum mío, lo actualizó, y lo subió a esas páginas. Pero lo más fuerte de todo es que se había creado un email con mi nombre para hablar con las empresas. Lo que había ocurrido con el email tan extraño que recibí fue que él había hablado con dicha empresa por el otro correo electrónico y cuando habían llegado a un medio acuerdo les dijo algo así como “mejor escribidme a tal email que lo miro más a menudo que este” y les dio mi dirección de correo real.

 

Le grité muchísimo, le dije que quien era él para suplantar mi identidad, que le iba a denunciar. Y me dijo literal “pues se va a reír el policía de ti cuando le cuentes que tu expareja está tratando de ayudarte a encontrar trabajo”.  Y como todo narcisista tóxico que se precie, terminó la conversación diciéndome que era una desagradecida, que encima que lo estaba haciendo por mi bien, porque me quería y quería que volviera a su lado. Que me amaba y siempre me amaría. 

Después de aquello, lo bloqueé de WhatsApp, de todas las Redes Sociales y le dije que no volviera a meterse en mi vida, que no quería saber nada de él nunca más. Durante nuestra relación, tuvo actuaciones muy tóxicas, pero esto sin duda se llevó la palma. 

Raquel Acosta